Es muy duro ponerse delante del teclado para expresar lo que uno siente en estos momentos. Solamente los que han pasado por esta situación se pueden hacer una idea. Por eso evitaré sacar toda mi frustración, y la de muchos seguidores granas, e intentaré no decir ninguna palabra de la que luego me pueda arrepentir.
Todo funciona por estapas y todo tiene un principio y un final. El principio del Nàstic en ese siglo XXI comenzó en el 2001 cuando se consiguió el ascenso a segunda división después de diecinueve temporadas en segunda b y dos en tercera división. Ascendimos y tal como lo hicimos volvimos a caer una temporada después. Fue un gran mazazo pero el club supo reponerse y de nuevo volvimos a segunda en la 2004-2005 con la intención de quedarnos, esta vez, un tiempo.
El objetivo lo cumplimos y no solo nos quedamos sino que conseguimos algo que ni los más optimismas se podían imaginar, el ascender a la liga de las estrellas. Solo fue una temporada pero sabiendo nuestras limitaciones los aficionados disfrutamos al máximo con el paso de los mejores clubes de España por nuestro estadio.
Después de esa temporada de ensueño y de regalo para todo el mundo volvimos a una categoría más acorde con nuestro historial y potencial. No fueron temporadas para tirar cohetes pero conseguimos mantenernos. Las dos útimas fueron un infierno y conseguimos salvarnos en el último momento después de dos penosos campeonatos. Estábamos jugando con fuego y en cualquier momento nos podíamos quemar. No aprendimos de nuestros errores y éstos nos han llevado al final de esta etapa maravillosa de cerca una década.
Ayer sábado, no matemáticamente, pero sí virtualmente hemos dicho adiós a nuestra lucha por intentar salvarnos, son ya nueve puntos con la salvación.
Pero no es ésta diferencia la que nos hace tirar la toalla sino las sensaciones del equipo ante la posibilidad de reaccionar, NULAS. El penalti que fallamos que nos impedió adelantarnos en el marcador y la efectividad cero del equipo es la muestra de que no estamos capacitados mentalmente de sacar esto para adelante.
Podemos continuar con el cuento de la lechera de que aún quedan muchos puntos en juego y que si todo el mundo está unido se puede sacar adelante. Seamos realistas y sinceros. Hemos tenido infinidad de oportunidades de dar un golpe de efecto a la cola de la clasificación y no hemos sido capaces de hacerlo. A lo largo de la temporada hemos dado un pasito para adelante y tres para detrás. Lo que no hemos sabido ni podido enderezar en todo lo que llevamos de campeonato no lo vamos a hacer ahora cuando el equipo cada día está peor. La afición está ya mentalizada de que esta etapa se ha cerrado y que tenemos que abrir otra nueva para intentar hacer las cosas bien y volver a luchar por retornar de nuevo a segunda. Solamente la respuesta de los aficionados cuando acabó ayer el partido es claro síntoma de resignación y de aceptación a nuestro futuro inmediato. No tuvimos ni ánimos de pitar al equipo para mostrar nuestro descontento.
De aquí a final de temporada solamente nos queda intentar no arrastrarnos por los campos y caer dignamente con la cabeza bien alta. A la vez supongo que los que mandan ya comenzarán a planificar el nuevo Nàstic del futuro, un Nàstic que comenzando desde segunda b nos devuelva esas ilusiones que hoy por hoy no tenemos.
El teatro de la liga profesional en Tarragona ha terminado. Se acabó la función y con ella nuestro paso por la segunda división. Veremos cuando volvemos a levantar el telón.