Si os gusta el coco, esta crema montada 100% vegetal os va a encantar, tiene una textura fantástica y un sabor tan delicioso que hasta los más carnívoros querrán hincarle el diente.
Con fruta, como icing de tortas y cupcakes, para mojar frambuesas tomando un Cognac, sobre una Tarte Tatin o una Piña Colada, ¿tiramisú de coco?, para darle un extra de cremosidad y sabor al arroz con leche, con gelatina de yuzu o ¡con brownie!, ¿y en el café? Se me ocurren muchos usos pero en esta ocasión, la nata de coco vegana terminó acompañanda de un Kéik me Banána y unos fresones del huerto.
Ingredientes
- Una lata de leche de coco
- Azúcar glass
- Vainilla natural (vaina o extracto)
Preparación
- Hay que meter la lata de leche de coco en la nevera, debemos refrigerarla con antelación, lo ideal es dejarla toda una noche para que esté bien fría cuando preparemos la nata.
- Al abrir la lata fría el agua se habrá quedado en la parte de abajo, hay que separar la pasta densa de arriba y ponerla en un bol para montarla.
- Añadir dos o tres cucharadas de azúcar glass y un poquitín de vainilla, se pueden utilizar otros extractos de pastelería (pistacho, ron, piña...).
- Batir todos los ingredientes con varillas (de mano o eléctricas) hasta lograr una consistencia de nata montada.
¿Un truco? Meter el bol con el que vamos a trabajar en el congelador un rato antes de preparar la nata, así estará helado y nos ayudará que el coco se monte más rápido.
¡Una advertencia! La crema se debe mantener en la nevera para que conserve su textura, al rato de estar a temperatura ambiente empieza a perder cuerpo.