Plaza de la Luz en el Natahoyo, hacia los primeros años setenta. Llama la atención la parada de autobús, tras la retirada del tranvía, pero tan alejada de las actuales, y también la cabina telefónica, propia de la época. Allí mismo tomaba sidra y centollos en un conocido establecimiento de hostelería, que recuerdo en noches solitarias de invierno, en épocas mucho más cercanas.