A pesar de ser una de las personas más frioleras del mundo mundial, y me considero un amante principalmente de la primavera y el verano, tengo que admitir que el invierno nevado tiene algo muy especial que abraza mi alma.
El silencio – como si la tierra se ha parado un momento…
La armonía – el descanso de los árboles, del césped, del río,…
La luz – el blanco brillante borrando contrastes y diferencias…
#peacefulness