Navajas es uno de los pueblos con más encanto del interior de Castellón, concretamente de la comarca del Alto Palancia.
¿Has oído alguna vez aquello de que el mejor perfume se encuentra en frasco pequeño?
Pues de esta forma describiría yo a Navajas, como un pintoresco pueblo de montaña ubicado entre la Sierra Calderona y la Sierra de Espadán, que destila feromonas que enamorará a amantes de la naturaleza, el senderismo y los pueblos con encanto.
Navajas huele a cerezos, almendros y olivos; a tierra roja y fértil regada por el río Palancia que a su paso va dejando increíbles paisajes jalonados por saltos de agua, fuentes y cascadas.
I.- Pueblo con encanto ideal para una escapada en familia o romántica
Se trata de un municipio ideal para realizar una escapada en romántica compañía o en familia, ya que sus rutas son más bien paisajísticas.
A tan sólo 40 minutos en coche de Valencia nos encontramos con esta pintoresca villa que no llega a los 800 habitantes aunque en verano pueda multiplicar su censo por cuatro.
Su fama la precede y es que desde hace dos siglos es lugar de veraneo de la burguesía valenciana, que hasta aquí llegó atraída por su clima, las propiedades curativas de sus aguas minero-medicinales, sus increíbles paisajes y su olmo con fama de milagrero.
El refranero español dice aquello de “no le pidas peras al olmo” pero según los navajeros/as, este árbol concede deseos.
Bajo su mágica sombra tienen lugar los acontecimientos principales del pueblo y es sin duda el epicentro de Navajas. Así que no puedes pasar de largo sin confesarle tus sueños.
Navajas requiere calzado deportivo para poder descubrir sus increíbles rutas donde agua y piedra se maridan creando paisajes que cortan la respiración.
Si es verano no te olvides de venir con cangrejeras para poder bañarte en su río: el Palancia, eso sí, si eres de los que aguantan el agua fría.
El salto de la novia y la impresionante cascada del Brazal están considerados como uno de los parajes más hermosos de toda la Comunidad Valenciana.
Un paisaje con leyenda de amor que confiere un plus de romanticismo y misterio a este bello enclave.
Además de sus rutas y senderos, el pueblo merece una visita. Te sorprenderás con sus callejuelas que todavía conservan cierto aire moruno; con sus casas modestas pintadas de blanco inmaculado o de relajantes tonos pastel.
Y de repente, de la nada te verás sorprendido por sus espectaculares villas (aquí bautizadas como Huertos); caprichos veraniegos de la burguesía valenciana, que a finales del SXIX y principios del XX convirtieron a Navajos en su oasis veraniego.
Es posible que en algún momento sientas como que retrocedes en el tiempo sobre todo si tienes la suerte de coincidir con una de sus recreaciones históricas.
Prácticamente el pueblo entero se viste de época con un vestuario tan fidedigno y adaptado a los cánones de la Belle Epoque que creerás te encuentras en mitad de la grabación de una película.
Navajas guarda todavía varios ASES en su manga porque además de sus propios atractivos turísticos es vecina de interesantes destinos turísticos de interior como las poblaciones de Jérica y Segorbe.
No puedo terminar estas líneas sin mencionar el Santuario de la Cueva Santa de Altura, una capilla situada en las entrañas de la tierra, a 20 metros de profundidad. Allí los devotos católicos le rezan a la Blanca Paloma, el nombre popular con que llaman a la Virgen de la Cueva Santa. Sin embargo también es punto de interés para los amantes de los enclaves telúricos o lugares de poder. De hecho desde tiempos ancestrales ha sido considerado lugar de culto.
Por todos estos atractivos, te recomendaría que durmieras al menos una noche en Navajas para que así tengas tiempo para descubrir tranquilamente sus rutas, su historia, su magia y su mística, que la convierten sin dudar en una de las joyas más preciadas del Alto Palancia.
Plan de dos días en este pueblo con encanto:
Día 1: Navajas
- Ruta Verde Ojos Negros, Ruta de las Fuentes y Salto de la Novia
- Visita al pueblo de Navajas
Día 2: pueblos alrededor de Navajas
- Santuario Cueva Santa (Altura)
- Jérica
II.- Qué hacer en Navajas
MAÑANA: {VÍA VERDE OJOS NEGROS-RUTA DE LAS FUENTES-SALTO DE LA NOVIA-PLAZA DEL OLMO}
Levántate pronto. ¡Qué no se te peguen las sábanas! porque tienes por delante un día muy completo.
Te propongo comenzar sobre las 09’00h de la mañana con una ruta circular de aproximadamente unos 12 km. Si vas a ritmo tranquilo disfrutando del paisaje, el circuito se prolongará hasta la hora de comer.
No se trata de una ruta técnica sino más bien paisajística que no requiere de una forma física especial y que podrás realizar con niños, incluso con perros.
Tan sólo requiere de cierta resistencia para aguantar una buena caminata sin grandes cambios de desnivel, que además se te pasará volando porque cada tramo presenta rincones llenos de encanto: minas, túneles, pantanos, casas colgantes, fuentes y cascadas…
Nuestro punto de partida será la Urbanización Altomira, junto al camping.
Desde ahí comenzaremos el paseo que se estrena recorriendo una antigua vía minera utilizada en el pasado para transportar minerales desde Teruel hasta los altos hornos de Sagunto.
Llegado al punto kilométrico 161 pasaremos por debajo del puente “donde se cayó la burra y no se mató” (¡jajaja…lo así al menos reza el cartel!) y por varios túneles.
Al salir del segundo túnel, ¡ATENTOS!, para no perderse. Hay que desviarse a la derecha y coger dirección Pantano o embalse del Regajo.
El pantano del Regajo fue construido en 1959 para resolver la falta de agua y poder regar así las huertas de Sagunto.
El embalse está enmarcado por un entorno natural de gran belleza, que además si tienes prevista una estancia de varios días, ofrece una amplia oferta de multiaventura: piragüismo, kayak, puenting, escalada….
Tendrás que sobrevolar la presa recorriendo un largo y estrecho puente desde que te proporcionará excelentes vistas panorámicas.
Sigue andando hasta llegar al Área recreativa donde podrás realizar una pausa o un merecido almuerzo.
¡Aprovecha porque no encontrarás un merendero así hasta bastante más adelante!
Saliendo del Regajo tendrás que continuar unos pocos metros por la carretera que va a Gaibiel y luego desviarte a mano derecha para ir en dirección Fuente del Baño, donde comienza la parte del circuito conocida como “La Ruta del Agua!
Las aguas de la Fuente del Baño han sido altamente estimadas. Desde el siglo XVIII se reconocen sus propiedades curativas especialmente idóneas para el sistema digestivo, el riñón y la piel.
Ya por entonces el famoso botánico Cavanilles las describe como “cristalinas, gratas al paladar y sin olor ninguno”.
Su fama llegó a personalidades tan relevantes como Goya que hasta aquí se acercó para curarse de las alergias que le habían provocado los óleos en sus manos.
Al llegar, te recibirá un precioso puente del siglo XVIII con arco central y suelo adoquinado que enmarca varias piscinas naturales que el Palancia crea a su paso.
En esta zona encontrarás bañistas en verano y senderistas en cualquier época. El lugar es sin duda otro punto foto, al que no podrás resistirte. Al lado de la fuente hay una pequeña urbanización, vestigio del balneario precedente que fue destruido por la Guerra Civil.
Tendrás que seguir un sendero artificial que discurre paralelo a la vereda del río y que está equipado con 20 metros de cadena quitamiedos, enganchadas a la pared para evitar caídas. Te sugiero que andes despacio no sólo por precaución sino para disfrutar del paisaje fluvial que es idílico.
En la Fuente de la Salud comienza oficialmente la parte del circuito bautizado como Ruta de las Fuentes de Navajas (enseguida entenderás el porqué de este nombre)
Siguiendo por la Bajada del Nogueral pasarás por debajo de un conjunto de casas colgantes; edificaciones voladas en el aire como las que se encuentran en Cuenca. Parece increíble que todavía sigan en pie pero ahí están haciendo equilibrios y manteniendo en jaque a la gravedad.
Al poco te encontrarás con la Fuente del Lugar, la preferida por paisanos y lugareños tanto por su cercanía al pueblo como por sus aguas blandas.
Si todavía no has tomado el almuerzo, no te detengas hasta llegar al Área Recreativa La Playeta. Se trata de una zona del río Palancia con arena muy fina que sirve de zona de baño para muchos veraneantes. Lo han adecuado como merendero por lo que tienes a tu disposición mesas y bancos de madera.
Sigue caminando. En poco pasarás por delante del Antiguo Molino. Al llegar allí, fíjate en las curiosas marcas que indican hasta dónde llegó la terrible riada de 1957.
Atentos porque en breve vas a pasar por delante de un curioso fenómeno de la naturaleza: dos grandes rocas que se besan formando un túnel y que son sin duda las formaciones rocosas más fotografiadas de la zona, por supuesto junto con las del Salto de la Novia.
La siguiente parada se encuentra en la Fuente de la Peña, su nombre recuerda a la piedra que cayó del precipicio quedando al lado del manantial. La temperatura de sus aguas es una de las más frescas con propiedades adelgazantes, hecho que le confiere bastantes visitas.
Las fuentes siguen apareciendo una tras otra, llevando los riñones de los senderistas al borde del colapso en caso que decidan probar cada una de sus aguas.
Seguidamente viene la fuente de la Virgen de la Luz cuyo nombre se debe a la Patrona de Navajas; advocación tan querida por los paisanos que la mayoría de las navajeras llevan este nombre (prueba a gritar Mª Luz en el pueblo y verás cuántas mujeres giran la cabeza).
Luego llega la Fuente del Hierro, también conocida como fuente de los 13 caños en referencia al reinado de Alfonso XIII, periodo en que se construyó. Como su nombre sugiere sus aguas son ferruginosas.
A la derecha del camino hay una escalera que da acceso a uno de los puntos más espectaculares de la ruta de las fuentes de Navajas: el Mirador Paraíso y la Cascada del Tío Juan. El nombre de la cascada rinde tributo a Juan Torres, ex alcalde y prohombre muy querido por los navajeros.
El ascenso es un tanto resbaladizo porque el agua salpica con fuerza por lo que recomiendo agarrarse bien a las barandillas de madera.
Se trata de una coqueta cascada rodeada por una zona de umbría con mucha vegetación que te hará sentir que te encuentras en un destino exótico. Haz la prueba. Cuelga una foto en instagram y pregunta dónde te encuentras. Nosotros lo hicimos y muchos nos contestaron Bali o el Amazonas.
Salto de la Novia
Cruzando un pequeño puente, llegarás a la joya de la corona de la ruta de las Fuentes de Navajas.
Me refiero al famoso Salto de la Novia y la Cascada del Brazal, que con sus 60 metros de altura crea una cola de caballo acuática de gran belleza.
Si aguantas el agua fría, incluso puedes acercarte hasta su base y dejarse mojar por ella.
Y por supuesto, tienes que ver el mítico salto de la novia, un remolino de agua entre dos piedras que entraña una triste leyenda que ha traspasado fronteras.
“Cuentan los viejos del lugar que hace muchos años existía una tradición repetida por generaciones.
Previamente a contraer matrimonio, los novios se sometían a un curioso rito para demostrar a todos que se querían de verdad.
Un poco antes de la boda debían ir a jugar a la zona del río dónde este se estrecha y allí la novia debía realizar un salto hasta llegar a la orilla opuesta.
Si lo conseguía se consideraba símbolo de felicidad. Pero un día lejano cuando el río bajaba con más agua de lo normal, una novia poco afortunada cayó al agua siendo engullida por un malévolo remolino.
El novio que la vio caer, saltó de inmediato a salvarla siendo a su vez tragado por las aguas del Palancia.
Horas después encontraron los cuerpos sin vida estrechados en abrazo póstumo que sirvió para acabar con esta arriesgada costumbre.
Y todavía se dice que las noches de luna llena se escucha el murmullo triste del río lamentando su error por no haber dejado con vida a estos dos amantes que tanto se quisieron en vida”.
Verás que son muchos los turistas que se acercan al Salto de la Novia para hacerse fotos.
Y es que la zona es especialmente bella por el relieve de las paredes del cañón que muestran numerosas cuevas e irregularidades como la enigmática Cueva del Reloj, situada enfrente de la cascada.
Esta cueva debe su nombre a la puntiaguda piedra que se encuentra a su entrada y cuya proyección gracias al reflejo de los rayos de sol, señalaba la hora a los agricultores que trabajaban sus tierras.
Ahora sólo queda volver al pueblo para una merecida comida. En tu camino de regreso pasarás por delante del matadero y de una rotonda donde se encuentra la estatua de los novios hecha por el prestigioso artista local Manolo Rodríguez.
TARDE: visita al pueblo de Navajas
Todo aquel que visite Navajas debería hacer parada técnica en la Plaza del Olmo, el epicentro del pueblo. En el centro, alzado sobre un pedestal, reina el tótem y enseña de Navajas, su olmo centenario.
Tiene 19 metros de altura, 220 metros de copa y casi cuatrocientos años de historia. En la placa que rememora su origen se puede leer: “este olmo fue plantado por Roque Pastor en el año 1636” (Roque Pastor era el justicia de la época).
Toda la vida social, deportiva y festiva de Navajas (los toros, las fiestas de San Antón, la proclamación de las festeras…) se produce bajo su sombra.
Tan grande es la admiración que sienten los navajeros por él que en el 2018 lo presentaron al certamen árbol europeo del año, compitiendo contra árboles de distintas especies de 15 países europeos. Este concurso sirvió para hermanar aún más si cabe a los vecinos en torno a su verde emblema, a través de una extraordinaria campaña que lo hizo alzarse con el título de mejor árbol de España, aunque finalmente no pudo ganar el galardón europeo.
Además este olmo está rodeado de un aura mágica. Tiene fama de conceder deseos así que son muchos los paisanos y también visitantes que se cobijan a su sombra susurrando sus anhelos más profundos ¿No te animarías tú a hacer lo mismo?
Pasear por Navajas es emprender un viaje al pasado. Un viaje directo a la Belle Époque. Navajas te sorprenderá con sus casas solariegas, villas y palacetes construidos a finales del siglo XIX y principios del XX por la burguesía valenciana que atraída por sus aguas minero-curativas y su clima fresco de montaña, decidió establecer en este pueblo su cuartel general de veraneo.
De esta guisa, personas importantes e influyentes de la época convirtieron un pequeño pueblo de montaña en un referente vacacional y en villa ejemplo de glamour y buen gusto.
Esta esencia “chic” todavía se percibe cuando paseas por sus calles flanqueadas por chalets majestuosos que aquí reciben el nombre de huertos.
Por suerte para el viajero la mayor parte de estas quintas siguen en pie, algunas restauradas y todavía habitadas, otras lamentablemente abandonadas.
La mayor concentración de las villas se encuentran en la parte alta de Navajas. Es un placer recorrerlas y deleitarse no sólo con su construcción sino con sus árboles y jardines con cierto aire de château francés.
Opcional: si todavía te queda tiempo o fuerzas puedes terminar la visita paseando hasta:
La torre Altomira: una torre árabe defensiva y de vigía que se encuentra a apenas 1 km del pueblo.
La Ermita de la Esperanza. Es una ruta sencilla de unos 2km que puedes hacer fácilmente con niños. Se trata de una excursión “tres en uno” que incluye el Manantial, la ermita y las ruinas del Convento de los Jerónimos.
El manantial tiene forma de jamón y está rodeado por un frondoso palmeral; un oasis a la española del que manan 500 litros de purísima agua por segundo.
Por una larga escalinata se accede a la Ermita de la Esperanza y a las ruinas del monasterio. Desde arriba hay unas preciosas vistas de Navajas, la vecina Segorbe y el agreste paisaje de la Sierra Espadán.
La ermita es de sencillo estilo bizantino pero lo importante no reside tanto en su valor histórico como en la devoción que despierta entre los vecinos de las poblaciones colindantes quienes hacen periódicas romerías para solicitar ayuda y esperanza a la virgen que lleva el mismo nombre.
Del Monasterio levantado a finales del siglo XIV, desgraciadamente sólo quedan ruinas, que dejan entrever que el lugar debió de ser un importante remanso de cultura y espiritualidad hasta la desamortización.
III.- Pueblos de los alrededores de Navajas
MAÑANA: {Navajas-Santuario de la Cueva Santa en Altura}
A tan sólo 22 minutos en coche de Navajas se encuentra una excepcional capilla enclavada en el interior de una gruta natural (la cueva del Latonero).
Para acceder a ella tendrás que descender a 20 metros de profundidad hasta introducirte en las mismas entrañas de la tierra. Detrás de una reja encontrarás una pequeña imagen de yeso blanco: la Virgen de la Cueva Santa, conocida popularmente con el sobrenombre de la Blanca Paloma.
Dentro de esta cueva, que durante siglos sirvió de refugio a pastores trashumantes, se siente instantáneamente una conexión especial con la madre tierra. Seas creyente o no verás que aquí la energía es especial. De hecho la cueva ha sido usada desde tiempos ancestrales como escenario de ritos y cultos de distintas tradiciones.
Cuentan que allá por el 1500 el prior de una Cartuja cercana se dedicó a fabricar pequeños bajorrelieves de vírgenes realizadas en yeso que repartía entre los pastores de la zona para que pudieran rendirle culto. Al ser de reducido tamaño podían ser transportadas fácilmente.
Dice también la leyenda que un pastor despistado la olvidó en la gruta, una noche que ahí paró para resguardar su ganado . Un siglo más tarde, allá por el 1502, otro pastor se la encontró abandonada en un rincón. Los más fervientes creyentes creen que fue la propia Virgen quién en sueños indicó al hombre donde se encontraba y donde tenían que levantar un santuario para rendirle culto. Desde entonces se atribuyen cientos de milagros a la Blanca Paloma desde curaciones espontáneas de lepra hasta lluvias en tiempo de sequía.
¿Conoces la pegadiza canción de “que llueva que llueva la Virgen de la Cueva?
Su origen se remonta a esta virgen. Parece ser que en 1726 una gran sequía asoló los campos de esta comarca.. Tal era la desesperación de los agricultores que decidieron bajar la Virgen de la Cueva Santa hasta la catedral de Segorbe y hacer una fervorosa prerrogativa a la que acudieron los vecinos de todos los pueblos de alrededor. Los labradores estaban convencidos de que no llovería hasta que sacaran de la cueva a la Blanca Paloma.
Los cronistas de la época cuentan que tras muchos rezos finalmente el 27 de febrero amaneció lloviendo y nevando y que los niños salieron eufóricos a la calle cantando esa cancioncilla que se ha hecho tan famosa.
Tras la visita a la gruta os proponemos dos alternativas para estirar las piernas.
- Una ruta muy cortita de apenas 2 km realizando un vía crucis marcado por grandes esculturas de piedra. Lamentablemente las esculturas están bastante deterioradas por actos vandálicos.
- O alargarlo un poco para visitar la cumbre más alta del término: el Alto de Montmayor y pasear por el Rosario Monumental. Esta segunda opción significará andar unos 7km extra.
COMIDA
Seguro que a estas alturas ya tienes hambre. Así que te sugiero que vuelvas a coger el coche para trasladarte a Jérica: una histórica que se encuentra a tan sólo 24 minutos.
A diferencia de Navajas aquí encontrarás una oferta gastronómica más amplia como el Restaurante Randurías, Parrilla Sidrería Casa Sánchez, el Restaurante Estación.
TARDE: visita a Jérica
Jérica es una población con mucha historia. Así lo revela su casco lleno de restos monumentales que revelan un pasado lleno de gloriosas reminiscencias que bien merece un recorrido sin prisas. Este pintoresco pueblo está lleno de historia merece por lo menos una tarde sin prisa.
Te recomiendo visitar los siguientes puntos de interés, además de andar por sus callejuelas profusamente decoradas con macetas y flores.
· La iglesia del ex convento de los Agustinos
· Portal de Santa Ana en dirección a la torre Mudéjar
· Ermita de San Roque
· Antigua iglesia de Santa Águeda
· Torre Mudéjar de las Campanas: su edificio más emblemático
· El conjunto de sus murallas y castillo
· Calle de San Roque y sus calles aledañas repletas de flores
· Torreón de la Pelacía
· Iglesia de la Sangre de Cristo
Confío en que te haya gustado esta ruta por Navajas y Jérica, dos de los pueblos más encantadores de la comarca del Alto Palancia (interior de Castellón).
Mi amor por este lugar excede el meramente turístico pues tengo que confesar que aquí pasé varios veranos de mi infancia. Así que te puedo confirmar en primera persona el enorme encanto que encierra esta zona. Espero que la disfrutes.
IV.-Datos prácticos sobre este pueblo con encanto
DÓNDE COMER EN NAVAJAS
Mi sitio preferido para comer en Navajas es la Tasca el Sabinar. Aunque un poco escondida en una callejuela detrás de la iglesia, te la recomiendo. La relación calidad precio es buena y el trato amable.
Tienen comedor interior, también terraza que se agradece en verano. Además puedes pedir menú del día, carta o tapas.
Si quieres probar platos típicos de la zona pregunta si tienen ajoaceite de palo (no confundir con el ajoaceite del resto de España)
Este plato es una especialidad de la comarca del alto Palancia realizado a base de patatas, bacalao, picado de ajo, perejil y yema de huevo que se trabaja en un mortero echandole aceite de oliva (producido en la zona) hasta que alcanza una textura consistente.
También son famosos los buñuelos hechos con hojas de borraja y todo tipo de ollas y guisos con carne y embutidos, que en esta zona son excelentes.
Te recomiendo que termines tu comida con un “cremaet”, un café típico de esta zona al que se añade licor quemado, dos granos de café, azúcar, un trocito de limón y canela. El cremaet del Sabinar es uno de los mejores que he probado en mi vida.
Sea cremaet o no también te sugiero te tomes un segundo en el Café El Valenciano, justo en la Plaza del Olmo con vistas espectaculares al árbol-totem del pueblo.
Para cenar te recomendaría que te acercaras al restaurante Abrasador que está en el interior del Camping Altomira. Tiene una carta con estupendas carnes a la brasa. Acabar el día con una buena parrilladas sería la guinda del pastel para un día como el que te propongo.
DORMIR EN NAVAJAS
Mi alojamiento favorito se llama Villa Pilar. Se trata de una antigua casa solariega construida en 1910 y rehabilitada en 1948. En medio de un jardín frondoso de más de 1.700 m2, el edificio de Villa Pilar se alza con su elegante arquitectura art nouveau.
Por su interés histórico y artístico, el inmueble está catalogado en el PGOU de Navajas como vivienda protegida. Las estancias están amuebladas conservando en gran medida el mobiliario original de los antiguos propietarios, y los techos, puertas y ventanas, han sido restaurados para que vuelvan a lucir como lo hicieron en su momento.
Este hotelito rural tiene 5 habitaciones dobles, un lavabo completo, y un amplio comedor. Los huéspedes comparten las estancias comunes – lavabo y comedor – como antiguamente lo hicieron las familias que la habitaron.
Tienen también un huerto ecológico de donde recolectan gran parte de las frutas y verduras que sirven cada mañana en el desayuno.
Cómo llegar a este pueblo con encanto
- Navajas se encuentra a 60km de Valencia, lo que en coche se traduce en unos 40 minutos.
Desde Valencia su acceso es cómodo a través de la Autopista del Mediterráneo (A7) enlazando con la Nacional 234. - También existe conexión ferroviaria que te deja en el mismo pueblo, ya que Navajas cuenta con un pequeño apeadero.
La línea que hay que tomar es la C-5 de Cercanías Valencia que recorre 90 km a lo largo de la Comunidad Valenciana dando servicio y uniendo las poblaciones de Valencia, Puzol, Gilet, Estivella, Algimia de Alfara, Soneja, Segorbe, Navajas, Viver, Jérica y Caudiel.
Esta línea sale desde la Estación del Norte de Valencia capital.