Los que somos navegantes a vela sabemos bien que siempre hay que navegar a favor del viento! Así, la embarcación planea sobre las olas y a través del viento avanza rápido. La pericia del patrón consiste en alinear el viento que dé de lleno en las velas y, con el timón, procurar que el barco se deslice a través de las olas para ir ganando velocidad! Siempre he afirmado que el mar es un inigualable maestro de la vida y las situaciones que en él se viven son una metáfora de nuestra vida!
En primer lugar, para vivir intensamente el mar hay que adentrarse en él, es imposible experimentarlo solo viéndolo desde la costa. Desde la playa, el mar adquiere colores y matices estéticos, pues te permiten observar las olas como vienen y van y, en todo caso, uno admira su perspectiva en el horizonte lejano o al viento removiendo el agua de su superficie! Desde dentro, en cambio, uno forma parte de lo que observamos desde tierra y ese punto de vista varía completamente nuestra percepción de él. Uno se siente minúsculo ante una leve ola cuando lo arrastra o cuando el mar turbulento lo empuja hacia el fondo… pero las embarcaciones están hechas para navegar!
Como decía, el mar es la metáfora más evidente de nuestra propia vida! Mirándola desde fuera, desde la orilla, la vida es algo que tiene su color, su tonalidad y, si quieres, su dinamismo en forma de olas que vienen y van. Por decirlo de alguna manera, uno aprecia la vida estéticamente como un mero espectador, pero no se siente parte de ella! Es verdad que la vida, como el mar, muchas veces infunde respeto y nos da miedo sumergirnos en ella y bailar al son que ella nos marca con sus circunstancias pasajeras que, como olas del mar, nos empujan de un lado a otro, sin control. Pero la vida, como el mar, es así, incontrolable, imprevisible y seguramente solo pide de nosotros que sepamos orientarnos según nuestro propósito, aunque a ratos no nos ponga fácil seguir nuestra dirección. Quizás por ello muchas veces preferiríamos contemplar la vida desde fuera de ella, desde un lugar seguro y que no nos afecte su cambio permanente y su dinámica imprevisible…
Pero esta no es nuestra vida! Aunque busquemos la seguridad, lo previsible de ella y nos obstinemos en controlar sus acometidas, la vida se mueve constantemente, como las olas del mar! Así, muchos buscan en su vida la rutina, lo constante y lo que pueden controlar! Pero eso es, por decirlo de alguna manera, algo absurdo, pues así no es la vida ni nunca lo será! En todo caso, eso sería una minúscula fracción de la realidad que hacemos nuestra y nos hallamos confortables viviéndola desde la playa, como pensamos que es! Es por esa razón que, aunque vivamos en nuestra zona de confortabilidad y nos sintamos por ello seguros, la vida de tanto en tanto rompe nuestros esquemas, sin avisar! Basta una fracción de segundo para que nuestro modo de vida cambie en un abrir y cerrar de ojos…
Seguirá…
VN:R_U [1.9.10_1130]