Revista Empresa

Navegando hacia el éxito

Publicado el 20 septiembre 2016 por Sergerente @sergerente

Siempre pensé que "manejar" una #empresa se parecía mucho a conducir un vehículo, sin embargo con el tiempo me dí cuenta que se asemeja todavía más a navegar un barco. En este post te invito a jugar con analogías que nos ayudarán a entender mejor el funcionamiento de una empresa.

Tripulación #capacitación #entrenamiento

Primero debemos entender que para navegar un barco hace falta sí o sí de una tripulación. Que una buena tripulación evitará demoras, será más seguro e incluso no pondrá en riesgo el barco durante la travesía. La tripulación además de estar capacitada debe estar entrenada para garantizar que el barco llegue a destino en un viaje que salga siempre según lo planificado.

Capitán #confianza #conocimiento

El capitán es clave para la triuplación ya que es quién organiza y dirige las tareas en función de una hoja de ruta, de un mapa, de un objetivo, de un destino, al cual debe arribarse en tiempo y forma.

La Misión

Es lo más importante. De hecho el barco existe para cumplir con una misión. El barco es un instrumento, una herramienta para ser utilizada por una tripulación, coordinada por un capitán. La misión es la razón de ser de dicha combinación. Así, el barco, la tripulación, y el capitán son combinados en función de la misión y existen solo por ella.

El Clima y el Plazo

Probablemente el capitán trace un mapa para llegar a destino en función del clima y el estado de los mares. Quizás no sea el camino más directo o a veces tampoco el más seguro ya que generalmente al destino hay que alcanzarlo en un plazo determinado.

El Azar

El clima, si bien puede predecirse su estado, resulta azaroso hasta para el más experimentado navegante. Las eventuales diferencias entre miembros de la tripulación, sus altibajos y sus comportamientos pueden generar también contratiempos no planificados. De todas maneras, si bien lo azaroso no puede preveerse con exactitud, pueden tomarse en cuenta determinados y amplios escenarios y de esa manera poder planificar acciones en función de cada caso.

No podremos preveer una tormenta eléctrica ya que no sabremos si existirá alguna, pero sí podriamos prepararnos por si las dudas... Un buen capitán entrena y capacita a su tripulación y prepara el barco y conservas en función de una ruta real y sus imprevistos.

Así, una empresa es como un barco, con una tripulación y una misión. Ahora van algunas inquietudes para pensar...

  • si la tripulación es muy grande puede que las reservas no alcancen para todo el viaje; la tripulación debería ser acorde al tipo de misión y su duración
  • un barco debe optimizarse para sortear imprevistos con rapidez, teniendo en cuenta que a veces no hay viento que sople las velas
  • si el barco se hunde, la misión queda inconclusa
  • si la misión se desvanece, el barco y la tripulación ya no tendrían sentido
  • un barco muy grande se hace lento y pesado
  • una tripulación lenta y desorganizada genera pérdida de tiempo, en consecuencia pone en riesgo la misión
  • un barco con muchas velas se hace demasiado dependiente del viento que, a veces, no sopla hacia el rumbo previsto
  • un mapa demasiado complejo puede ser dificil de interpretar
  • una misión descomprometida pondrá en riesgo la integridad de la tripulación y de su barco
  • una misión comprometedora involucrará a la tripulación y los mantendrá motivados
  • una tripulación motivada amará lo que hace
  • una tripulación que ama lo que hace jamás pondrá en riesgo su barco
  • una tripulación puede definirse como honesta o pirata en función de sus valores
  • el tamaño y solidez del barco dependerá del volúmen de tripulación y el tipo de misión
  • un barco con motor seguramente viajará más rápido, pero su costo será mayor y dependerá siempre del combustible
  • se anima a sumar más analogías? comente!
Nota publicada originalmente en Ser Gerente el 05/12/2011

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