Navegante, culpable

Vaya por adelantado que en la cuestión ésta de los toros, ni estoy a favor, ni en contra, ni nada que se le parezca. Es más, creo que me empotrona ante la indiferencia. Pero como esto es Internet, la "democracia participativa" y la sociedad del "opina aunque no tengas ni idea", mi argumentario estaría más en favor de los mal llamados 'antitaurinos". Aunque insisto, no me mojaría las posaderas ni por unos ni por otros.
De todas maneras, y después de la cogida de José Tomás, se ha vuelto a abrir el debate de las "dos Españas". Si no es suficiente con el "Barça-Madrid", con la "ley de Memoria", con los lios del "Constitucional", y lógicamente, con el "PP-PSOE", nuevamente se abre un frente que provoca división entre personas, y sobre todo, que es lo que da dinero, entre medios de comunicación. Aunque más bien, el debate se abre para que los "ultras" de los diferentes medios espeten toda clase de tonterías. Y digo "ultras" porque los periódico cada vez tienen menos lectores críticos y sí más "ultras" voceriles y aborregados.
Pero la cuestión en sí, y por la que abro esta entrada, es por esta doble vertiente: hasta donde llega un medio por hacer prevalecer sus ideas, en este caso la defensa de una ideología sumada a los toros.
"Navegante es el toro que casi acaba con la vida de Tomás en Aguascalientes" La Razón.
Todavía tendrá la culpa el toro de que le tengan que matar. Sobre la cuestión que trata el artículo y las voces que se oyen en torno a la figura de José Tomás, y la gente que se rie de su desgracia... Uff, no quiero entrar. Es decir, lógicamente no he deseado en ningún momento que muera, ni que tenga un mal mayor, pero no es menos cierto que la libertad de ponerse delante del toro es algo que la toma él, por lo que tampoco puedo compungirme en exceso si le pasa algo.
Pero al margen de eso, lo que me hace gracia es hasta que punto un medio desea y necesita apoderarse de ciertas formas y figuras para ideologizar. En este caso el diario La Razón llega a culpabilizar al pobre y desgraciado toro de lo sucedido a José Tomás. No, mire usted, el único responsable de su cogida es el propio torero, nada más.
Pero claro, hay que lamentarse con la figura del torero por la sencilla razón de que abandera la noble causa del toreo, y como nosotros abanderamos la noble causa de la patria rancia y trasnochada, lo unimos y creamos una figura nacional que defiende nuestros valores y nuestra cultura.
En definitva, culpemos al toro que ha podido matar al torero que tenemos que defender para que él a su vez defienda lo que nosotros pretendemos defender. Demasiada defensa para estar siempre atacando.