III Día. Disneyland París
Al ser festivo, probablemente muchos lugares estarían cerrados el día de navidad, así que decidimos que la mejor opción era dedicar el día a visitar Eurodisney.
Previamente habíamos consultado la web del parque para comprobar horarios de apertura y precio de las entradas. Se nos iban más de 120 euros del presupuesto en entrar al parque, ya que las entradas salían por más de 60 euros por persona, con entrada a uno de los dos parques. Dudamos mucho, por un lado nos apetecía pasar el día de navidad en Disney pero por otro, podríamos emplear ese dinero en muchas otras cosas durante el viaje y aprovechar el día en París... ¿qué hacemos? ¡esperemos y ya decidiremos sobre la marcha!
Y así lo hicimos. El día anterior nos acercamos hasta la FNAC para comprobar si era cierto algo que habíamos leído... y afortunadamente lo era. Conseguimos entradas a mitad de precio para el día siguiente, pagando en total unos 60 euros por la entrada a los dos parques para dos personas. No sabemos si esto fue algo excepcional o realmente se venden siempre, porque una amiga que visitó París hace unos meses nos dijo que no pudo conseguir las entradas a este precio allí. Pero por probar no se pierde nada.
Así que dejamos el hotel y tomamos el tren dirección Marnè la Vallèe Chessy, que es donde está el parque de Disney. No deja de sorprendernos como la gente entra en el metro sin pagar, pero de una forma totalmente descarada y sin ningún tipo de reparo... ¿nadie paga en este metro? El trayecto por persona son 18 euros, ida y vuelta. Las indicaciones son muy claras y no hay pérdida para llegar hasta allí, todo está perfectamente indicado.
El parque de Disneyland París tiene dos parques temáticos: Disneyland Park y Walt Disney Studios Park. Se puede comprar la entrada conjunta para dos parques o sólo para uno. Nosotros teníamos la de los dos parques y decidimos comenzar por Walt Disney Studios, ya que parecía que había menos gente.
Tan pronto como entramos nos encontramos con Mickey bajando de su limusina, fue entonces cuando Oscar, que consideraba esta visita algo infantil, comenzó a disfrutar del día. Y es que el parque realmente es para todos, cualquiera que haya crecido viendo dibujos animados va a disfrutar de un dia de recuerdos.
En este parque visitamos platós de grabación donde recreaban escenas de famosas películas como Armagedon, así como recreaciones de famosas escenas de películas infantiles y algunos efectos especiales como explosiones e inundaciones. Toda una aventura que cada quien tiene que vivir por su propia cuenta. Lo peor del parque, las filas larguísimas para entrar a algunas de las atracciones, que la verdad luego no son para tanto.
Esperamos para entrar en algunas atracciones y después cambiamos de parque. Seguramente yendo con niños hace falta más de un día ya que ellos querrán subir a todo y los tiempos de espera se multiplican. Además, hay muchísimas actividades programadas con los muñecos de Disney, como las comidas con algunos de los personajes. Importante hacerse con un programa de actividades para conocer qué hay y a qué hora, de lo contrario es imposible abarcar todo.
El Parque Disneyland nos gustó mucho y el ambiente navideño ayudó bastante. Para quien disfrute la navidad, en el sentido de los adornos y el ambiente invernal, es un momento mágico y parece que estés dentro de un cuento.
Si el presupuesto lo permite, viajando con niños, es totalmente recomendable alojarse en uno de los hoteles situados en el interior del parque, así la experiencia es completa.
La decoración navideña, como señalábamos antes, está por todos los rincones. En las tiendas del parque, que las hay a montones, es posible comprar recuerdos y regalos de todo tipo: desde un boli de Mickey hasta disfraces de princesa o cualquiera de los personajes. Al fondo de la calle principal, el castillo de la Bella Durmiente domina el paisaje.
En el castillo, a última hora de la tarde se realiza un espectáculo con los personajes de la Bella Durmiente, también es en esta zona donde se realizan los fuegos artificiales que indican el fin del día junto al gran desfile.
El parque se divide en cinco áreas: Main Street, Fantasyland, Adventureland, Frontierland y Discoveryland, cada uno con una temática diferente sobre Disney. Por el camino encontramos a Goofy, ¡muy solicitado para las fotos!
El laberinto de Alicia en el País de las Maravillas es uno de los espacios más atractivos para quien haya disfrutado con la película: la reina de corazones, el gato, el sombrerero loco... todos están por allí para sorprenderte en tu feliz no cumpleaños.
¡Que le corten la cabeezaaaaaaaaaaaaaaa! Y la reina de corazones aparece por sorpresa detrás de una valla.
El paseo continua por otras zonas del parque y cuando la tarde va cayendo, la iluminación del parque hace la atmósfera todavía más mágica.
Llega el momento del espectáculo del que os hablábamos antes, en el castillo de la Bella Durmiente.
El desfile final es espectacular. Todos los personajes desfilan en sus carrozas como broche de oro para un día que está a punto de finalizar. Es importante situarse en un buen lugar para poder ver a todos los personajes y a sus acompañantes.
Y el día llega a su fin para todos los visitantes, excepto para los que se alojan en los hoteles Disney o aquellos que han comprado el Dream Annual Pass, que disponen de un tiempo adicional en el interior del parque a la hora del cierre.
Finalmente, dedicar el día de Navidad a visitar los parques de Disney mereció la pena. Fue algo diferente y a priori pueda parecer algo dedicado a los niños, y lo sea, no hay duda de que cada uno disfruta del parque a su manera y bien vale la pena una visita, más aún si es en periodo navideño.
Regresamos a la estación para tomar el tren de regreso a París, a la misma hora que el 90% del resto de personas que estaban en el parque, por lo que la fila para comprar el billete era larguísima. Llevábamos ya más de quince minutos esperando cuando vimos que las puertas de entrada se abrían y cientos de personas entraban sin pagar... aquello era increíble y hartos de esperar, allí fuimos... donde fueres haz lo que vieres, que dicen.