La segunda vivienda de muchos nórdicos suele ser una ‘casita de verano’ de campo o de playa, de pocos metros, de madera, con las cosas necesarias para pasar unos días de descanso.
Muchas están decoradas con muebles de segunda mano y reciclados pero no todas tienen un aspecto tan acogedor y de cuento como esta delicia que os enseño hoy.
Con la decoración navideña incluida, esta casita de puro estilo rústico-nórdico inspirado en el rústico francés, se me antoja como un rincón super-acojedor para pasar estos días en familia. Materiales naturales como la madera, ramas de abeto y flores frescas, textiles con texturas y mucho blanco y rojo, creo que ya huelo las cookies desde aquí y el asado de Nochebuena, ¿vosotros no? ¡Feliz martes!
Vía: cepaynasi