Navidad modo on

Dicen por ahí que según pasa este puente la navidad llega a las casa. Arboles, belenes y postales navideñas inundan mis Redes Sociales. Las calles se iluminan y los escaparates cobran vida. La gente se amontona, las compras se multiplican y la tele se vuelve ñoña y repetitiva.Pero me van a perdonar porque yo no me he activado y he intentado que en mi casa tampoco lo hagan. El mes de diciembre para mí es importante porque cumplen años dos de los hombres de mi vida y luego de segundo plato son las navidades.

Hace años que empecé mi luto por la Navidad y empiezo a darme cuenta que me falta poco para superarlo. Las cosas que antes me entristecían ahora solo me hacen apenarme el mismo día, las cosas que antes me estresaban, ahora las gestiono con tiempo y me parecen menos preocupantes. Y lo que antes me emocionaba de manera irracional ahora simplemente es parte de lo cotidiano. No me considero una aguafiestas, y les prometo que pienso poner mucho empeño en que mis dos locos bajitos la disfruten y la gocen, pero yo personalmente soy una desencantada de la Navidad. Y a veces creo que la gente se empeña en pintar como alegre unas fechas que para mucha gente pueden ser tristes, melancólicas y duras de pasar. El invierno no es una estación cálida para el corazón, el frio, la lluvia y la nieve hacen más duras las ausencias.

A pesar de eso pienso montar el árbol, no ahora claro está, soy práctica. Para que darle un juguete goloso a mi hija de 14 meses, pudiendo montarlo en casa de la abuela en víspera de los días mortales y disfrutar todos de ese momento Ferrán Adrià yo hago una deconstrucción de esa decoración que mi madre y mi hermano se han currado. No he mandado tampoco ninguna postal navideña, porque soy una vaga remilgada pero pienso currarme una foto de mis dos churumbeles y mandarlo hasta mi tía abuela si hace falta, no soy yo quien para negar eso a nadie. Es más, seguramente el 24 me pondré hasta cuernos de Reno y cantaré a Olentzero alrededor del fuego. Pero la procesión va por dentro, sé que mientras montamos el árbol mi cabeza viajará en el tiempo y las lágrimas se quedarán al filo de lo imposible. Que mientras les veo reír y abrir miles de regalos, mi cabeza volverá a viajar...porque las Navidades al fin y al cabo son recuerdos y vivencias que se guardan en el alma.

Ahora que soy madre y tras unos cuantos años no paro de pensar en familiares que durante años hicieron que para mí esas fechas fueran únicas, sabiendo que para ellos no lo eran. Nunca lo entendí ,según crecía y más consciente era, lo criticaba...hasta que hace unos días pensé, que grande es el amor por los hijos, nietos o sobrinos que hacen durante unos días a pesar de tu estado de ánimo, tu anarquismo por esas fiestas, montes la marimorena para que ellos disfruten. Si me estáis leyendo, mil gracias, porque a pesar de estar ahora de vuestro lado, nadie me robará esos años que tan maravillosos fueron. Porque ir a ver Belenes, decorar la casa de la abuela, tocar la zambomba, cantar Olentzero y ponerse bragas rojas el 31, son cosas que hay que hacer aunque sea una vez en la vida.

Pero por una vez dejarme que diga que la Navidad puede ser triste, dura y hasta vacía. Y que está bien tener ilusión pero que la realidad a veces supera la ficción. Que no todos lo viven con ilusión y que deberíamos tener ese espíritu durante todo el año.

Este año me toca trabajar duro tengo dos niños a los que enseñar la navidad quiera o no, uno está en plena etapa de soñar y disfrutar. Neskatilla por su parte, no se va a enterar ni de que va el cuento, pero va ser feliz de ver comida a todas horas, de poder mover cajas de un lado a otro (sí claro, con lo poco que duerme esta se hace de paje de rey Melchor) y de ponerse vestidos rojos hasta que parezca un farolillo. Yo por mi parte he decidido que los días mortales intentaré pensar poco, comer menos y dormir mucho (qué pasa, no decís que en navidad se cumplen los deseos 😉

Pero mientras tanto voy a seguir viviendo diciembre tal cual, como venga, sin farolillos, ni renos, con un cumpleaños molón, unos padre que vienen a reventar mi pre-dieta navideña y un blog que sigue la estela de la estrella polar. Por si después de las elecciones me quedo en estado de shock ya os digo que paséis una Feliz Navidad !

Fotos del post by la menda