El más elemental de los elementos, capad de provocar todos los sentimientos que el ser humano puede experimentar. El agua nos da la vida, pero también puede arrebatarla, nos da alimento, pero también puede arrasarlo. Un mar en calma provoca paz, un mar embravecido provoca terror.
La primera impresión al contemplar los colosos en Nazaré, es de incredulidad, para el recién llegado, el estruendo de las olas romper desde el Fuerte de San Miguel es abrumador.
No es de extrañar que desde 2011 la pequeña localidad Portuguesa se haya convertido en una especie de santuario para los amantes del deporte extremo, no solo surf y sus variantes, el salto base desde sus riscos de más de cien metros, son un reclamo para los amantes de la adrenalina.
Todo comenzó con un video viral, como no, el hawaiano Garret McNamara surcando uno de los colosos a lomos de su tabla dio la vuelta al mundo y de paso coloco en el mapa a esta pequeña localidad. Desde entonces amantes de lo extremo y curiosos de dan cita cada año para contemplar el desafío que supone domar una de estas olas.
El secreto de las olas gigantes de Nazaré se esconde a 5000 metros de profundidad, un enorme valle submarino en forma de embudo se extiende a lo largo de 230 km abriéndose frente a la Playa do Norte donde el Atlántico desata toda su furia. Curiosamente, a pocos kilómetros, la playa a los pies de la ciudad, presenta un aspecto completamente distinto. Su arena en forma de media luna bañado por un mar en calma acompañado por unas vistas espectaculares, conforman una de las mejores playas de la vieja Europa.
Pero no todo son olas.
En la ciudad baja podemos encontrar el Santuario de Nossa Senhora da Nazaré origen de la ciudad, una preciosa ermita vestida en su interior con unos precioso azulejos del siglo XVIII.
En toda la ciudad se respira un tradicional aire marinero, pero especialmente en la playa donde todavía es común ver a las mujeres secar los jureles al sol, una tradición ancestral que continua muy viva en el día a día de las gentes locales.
Nazaré representa lo nuevo y lo ancestral, la naturaleza desatada y la más bella. Un lugar obligatorio para todos los amanes del mar.