Revista Cine
Sumamos otro proyecto a la avalancha de secuelas y remakes que llegarán a la televisión
En la línea de la inminente secuela de Remington Steele o de la actual Girl Meets World, Variety nos informa hoy de que la cadena NBC prepara una secuela de Embrujada, la famosa serie que protagonizó Elizabeth Montgomery desde 1964 a 1977 y que en 2005 tuvo una vergonzosa adaptación cinematográfica con Nicole Kidman al frente. Como decimos, el nuevo proyecto será una continuación que seguirá las aventuras de la nieta de la Samantha original, todo escrito por Abby Kohn y Marc Silverstein, responsables del guión de las películas Nunca me han Besado y Todos los Días de Mi Vida.
Dado el currículum de los implicados, todo apunta a que nos encontraremos ante una comedia blandita con carga romántica. Más o menos como la serie original, sólo que carente de ese espíritu retro que contenía, resultado de ambientarse en un contexto tan bien vendido por la publicidad patriótica como era el que se daba en los suburbios norteamericanos de mediados del siglo XX. Esperemos que por lo menos respeten la figura del marido sin muchas luces en lugar de colarnos la nueva versión de Sabrina, la Bruja Adolescente.
En la línea de la inminente secuela de Remington Steele o de la actual Girl Meets World, Variety nos informa hoy de que la cadena NBC prepara una secuela de Embrujada, la famosa serie que protagonizó Elizabeth Montgomery desde 1964 a 1977 y que en 2005 tuvo una vergonzosa adaptación cinematográfica con Nicole Kidman al frente. Como decimos, el nuevo proyecto será una continuación que seguirá las aventuras de la nieta de la Samantha original, todo escrito por Abby Kohn y Marc Silverstein, responsables del guión de las películas Nunca me han Besado y Todos los Días de Mi Vida.
Dado el currículum de los implicados, todo apunta a que nos encontraremos ante una comedia blandita con carga romántica. Más o menos como la serie original, sólo que carente de ese espíritu retro que contenía, resultado de ambientarse en un contexto tan bien vendido por la publicidad patriótica como era el que se daba en los suburbios norteamericanos de mediados del siglo XX. Esperemos que por lo menos respeten la figura del marido sin muchas luces en lugar de colarnos la nueva versión de Sabrina, la Bruja Adolescente.