Este punto va muy relacionado con la traza, ya que para incorporar aditivos la traza tiene que estar líquida, para que nos permita un buen movimiento y por tanto una correcta mezcla de los aditivos. En caso contrario si alcanzamos el nivel de espesor que tiene la traza deseada para realizar el jabón, pero no podremos trabajarla ni incorporar ningún aditivo correctamente.
Como la temperatura acelera la traza, cuando queramos incorporar aditivos, trabajaremos con menos temperatura, sobre todo para los colores.
Un detalle importante, cuando vayamos incorporando los aditivos, mezclar a mano, ya que, si seguimos con la batidora, llegaremos enseguida a la traza espesa y como he comentado antes, esto no nos permite incorporar o mezclar en la masa los aditivos.
Una vez incorporados los aditivos podemos seguir mezclando con la batidora hasta conseguir la traza deseada. Puede que con los aditivos cueste más o no se consiga, en ese caso después de batir un rato, incorporaremos la masa al molde, aunque no hayamos conseguido traza espesa.
Hay muchos tipos de colorantes, sintéticos, minerales (óxidos de hierro, arcillas), naturales...etc. Pero los colorantes que utilicemos, todos tienen que tener grado cosmético, es decir apto para su uso en la piel.
Los naturales, suelen ser poco estables, ya que la sosa los degrada. Yo recomiendo utilizar los sintéticos o los minerales, se consiguen mejores resultados, obteniéndose pastillas muy llamativas y coloridas.
1- Trabajar con batidora (apenas 3-4 golpes de batidor) hasta conseguir la traza líquida antes de que espese.
2- Separa el jabón en jarras, si quieres trabajar colores diferentes.
3- Se puede incorporar colorante en polvo directamente, aunque de esta forma es más difícil controlar la tonalidad.
Lo ideal, aunque eso depende de la experiencia de quien hace el jabón, es hacer una disolución previa, en unos pocos mililitros de agua o aceite (en función del tipo de colorante), e ir incorporando poco a poco la disolución hasta conseguir la tonalidad deseada, ten en cuenta que en caliente el color se ve más subido y luego cuando se enfría, baja de tono.
4-Si quieres colores claros, trabaja con aceites claros: almendras, karité desodorizada, pepita de uva, coco, palma, manteca de cerdo...etc. Un ejemplo de aceite oscuro y no quedan bien los colores claros es el de aceite de oliva. Por tanto, si queremos jugar con los colores, nuestra mezcla debe de tener aceites claros.
Como he comentado, los aceites utilizados para la elaboración del jabón también pueden darle color: Aceite de cáñamo proporciona un verde intenso, · Aceite de zanahorias, el de rosa mosqueta o el de germen de trigo proporcionan distintos grados de naranja, · Aceite oliva desde amarillos a verdosos que al final quedan más o menos marfil, · El coco, palmiste, sebo, manteca y karité producen jabones muy blancos que pueden resultar idóneos para ser coloreados.