¿Cómo evaluar y diagnosticar las fuerzas que emergen de un conflicto? Helena Cornelius y Shoshana Faire sugieren hacer un análisis de todas aquellas necesidades y temores que experimentan las personas implicadas en él.
Cundo hemos identificado el problema y las personas o los grupos que están involucrados en el conflicto, el mapa del mismo se completa haciendo un inventario de las necesidades y los temores de cada uno de ellos.
Las necesidades, en un sentido amplio, incluyen los deseos, los valores, los intereses y, en general, todo lo que es importante para cada uno de los interesados. A veces es posible identificar necesidades que son comunes para varias personas o grupos. En otras ocasiones, su identificación no es tan evidente, pues es posible confundir las necesidades con las soluciones que cada uno de estos agentes propone.
Detrás de los temores, por otra parte, se encuentran todas las preocupaciones, las ansiedades y las inquietudes que experimentan todas las partes. Estos temores pueden ser reales o no tener ningún fundamento. También pueden ser irracionales. Sin embargo aportan mucha información a la hora de explicar el comportamiento de cada una de las personas que operan en el conflicto.
Analizar necesidades y temores aporta un gran valor a la hora de encontrar soluciones al conflicto, pues detrás de ambos están las motivaciones de sus agentes. Las personas están motivadas tanto por lo que quieren y buscan (sus necesidades) como por lo que no quieren y tratan de evitar (sus temores). Por ello ambos explican qué fuerzas están detrás del comportamiento de cada uno.
No olvide hacer los deberes cuando busque soluciones al conflicto: conocer a las partes y entender qué les motiva. Después de todo, ello no es más que un mero ejercicio de empatía. Y ya sabe que la empatía es una llave que le puede abrir muchas puertas.
Nota
Puede aprender más sobre los mapas de conflicto en la obra de Helena Cornelius y Shoshana Faire, Tú ganas, yo gano. Está publicada en castellano por Gaia.