Revista Ciencia

Necesitamos guías adaptadas a nuestros pacientes, no guías para cada enfermedad

Por Pirapirapira

Reconozco que últimamente el abordaje a la cronicidad se ha convertido para mí en un espacio en el que me apetece profundizar y no como debate entre especialidades o sobre supuestos nuevos perfiles profesionales sino como una realidad que debemos afrontar proactivamente desde la atención primaria.

Revisando algunos materiales sobre comorbilidad he vuelvo a releer hoy un breve artículo de Martin Dawes en Family Practice 2010 que me gustaría compartir con los lectores de Rincón Docente.

El artículo empieza con la frase:

Imagine que usted es un médico de cabecera y acude a su consulta una mujer de 79 años de edad que tiene osteoporosis, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, todos de gravedad moderada. Ella se quejaba de empeoramiento de su dolor en la rodilla izquierda al caminar.

Como recoge más adelante:

aplicar sobre esta paciente las directrices de las cinco guías clínicas de las enfermedades que padece supondría prescribir unos 12 medicamentos en casi 20 dosis diarias.

Necesitamos guías adaptadas a nuestros pacientes, no guías para cada enfermedad

Invito a todos a leer este artículo que ya proponía hace 7 años que el desarrollo de guías y herramientas de ayuda para la toma de decisiones ante la comorbilidad múltiple. Poder diferenciar claramente la eficacia de las distintas intervenciones, superando las limitaciones de las actuales guías y, con ello reducir la brecha existente entre lo que sabemos y lo que hacemos.

Necesitamos guías adaptadas a nuestros pacientes, no guías para cada enfermedad

El Roto

La cronicidad ha venido para quedarse. La comorbilidad, en especial en población anciana, es ya nuestra realidad cotidiana. Los miedos sobre la sostenibilidad de nuestro sistema parecen querer convertirse en un mantra inevitable.

Pero como muchos creo que la solución no es fundamentalmente presupuestaria sino científica. Necesitamos saber aplicar aquellas intervenciones que hayan demostrado ser realmente útiles. Desde pequeño he oído “la ciencia avanza que es una barbaridad”, pero en estos temas parece mentira lo lento que pasan los años…

El artículo original está disponible a texto completo en este ENLACE y para los que el inglés sea un obstáculo un traductor puede ayudarnos en este otro  ENLACE.


Necesitamos guías adaptadas a nuestros pacientes, no guías para cada enfermedad

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