¿Cuántas veces habremos escuchado estas palabras? ¿Cuántas veces habremos admirado este discurso? ¿Cuántas veces hemos deseado que el alegato antibélico de Charles Chaplin fuera real? La escena final de El gran dictador es uno de los momentos más impactantes y emotivos que ha visto el séptimo arte, todo un canto a favor de la humanidad. Estos días se han cumplido 124 años del nacimiento del director británico, autor de perlas del cine mudo, como La quimera del oro, Luces de la ciudad (de donde sale el nombre de nuestro blog) o Tiempos modernos; y sonoro, como Un rey en Nueva York y Candilejas, entre otras. Para homenajear a Charlie Chaplin podríamos escoger cualquier momento de cualquiera de estas películas. Sin embargo, nuestra escena de la semana es hoy este discurso, épico, humano y sentido que, aun escrito en 1940, en plena segunda guerra mundial, continúa hoy estando de actualidad: