Necesitamos tener esperanzas para seguir vivos

Con la edad vamos perdiendo la costumbre de sentarnos de vez en cuando a pensar y definir hacia dónde vamos, cuáles son los objetivos, y sin eso, da igual que camino cojamos, si andamos llegaremos, puesto que no sabemos cuál es nuestro destino. Ante la incertidumbre de este mundo cambiante que nos envuelve, en que muchas personas se encuentran con que todo el mundo que conocían cambió, en que la estabilidad ha dejado de ser un componente fijo en nuestra vida, que mejor momento, cuando nuestros cimientos se derrumban que poder construir un nuevo futuro, que dependa de nosotros, el cual hayamos elegido. Da igual el tipo que sea, las separaciones nos permiten reencontrarnos con nosotros mismos, y elegir con más conciencia en el futuro, los despidos construir un nuevo futuro laboral, pero lo más importante de esto es que una vez que tenemos definido el objetivo, un nuevo brillo se instala en nuestros ojos. Simplemente el saber lo que queremos, y a donde vamos ya es suficiente para hacernos más felices. El ser humano se conforma con poco y en estos tiempos más todavía. Creo que en estos tiempos hemos pasado de tener todo muy controlado a tenerlo todo en el aire, incluso la amistad. Yo tenía amistades de años y cuando ahora los veo me cuesta saber quienes son y hacía donde intentan ir. Supongo que el deterioro de todo, incluso de los valores más importantes es debido a una sociedad que solo mira la ambición y el dinero. Los detalles, los gestos amables y la confianza se han derrumbado. Yo sigo pensando en que detrás de todo habrá cosas más importantes que el creerse uno superior  a los demás, supongo que detrás de todo tendremos algo más, porque si no vaya porquería de vida. Me quedo con la bondad de algunos niños y de que por encima del egoísmo hay algo más que nos mueve cada día a levantarnos de la cama. A veces no se que és, pero necesito seguir creyendo, para poder respirar y seguir viviendo.    Saludos. 22 de Enero 2013   Rafael Pulet Carrasco