Revista Creaciones
Necesito un hombre que me acomode las urgencias y las ansiedades,en el hueco de su brazo,donde se encuentra la calma.
Que sea capaz
de seguir mi ritmo cuando, como saltimbanqui,me muevo de un tema a otrosin alternar en respiros.
Que sepa decirme, solamente,que todo va a estar bien,sin intentar que yo entienda nada,cuando siento que mi mundo se derrumba.
Que confíe en mí como para estar de mi parte,aún cuando no sepa muy bien por qué hago lo que hago.
Que me ame
como se ama a sí mismo.
Porque, ante todo,deberá saber amarse,aceptarse y aceptarme,sin miedos y sin tapujos,con vulnerabilidadesy sin ellas,con lo que traigoy lo que me falta.
Que me ame madre y que me ame niña.Que me quiera loba,cuando nos adentramos a jugar en nuestro bosque.
Que esté dispuesto a aprendery a enseñarme.Que no le importen la razón,ni los premios,ni los ojos ajenos,pero que sísepa hablarme con los suyosy leer los míos.
Y por último,que se olvide de todo estoque acabo de enumerarle y sea él mismo,así,
como yo lo amo.