Hoy ha sido uno de esos días para olvidar. Paso muchas horas con mis hijos, así que aigo pocas palabras, pero nunca había escuchado tantas y tantas veces esas dos letras tan maravillas: n-o. No, no, no, no. Ah! Y en estéreo. Porque mi pequeña foquita, por llevar la contraria a su madre y seguir a su hermano mayor, pues también se ha apuntado al no.
Parece ser que es una fase normal del crecimiento de los niños y que por tanto quiere decir que están evolucionando como es debido. Eso sí, a costa de mis nervios. A pesar de que hago lo que dicen los expertos, la tarde de hoy ha sido como para frustar al Santo Job.
Ante la negación...Cuando los niños pasan por esta fase se supone que es porque están desarrollando su personalidad y hay que intentar no limitar en exceso su determinación a la hora de decidir. Para evitar que la respuesta sea siempre un no rotundo existen algunos trucos:
Mejor no preguntar: Es mejor decir, “en cinco minutos vamos al baño” que “¿vamos a bañarnos? Cuando una orden se ha de cumplir porque forma parte de la rutina diaria, es imprescindible para su seguridad, como ponerse el cinturón de seguridad o simplemente en ese momento es necesario que nos obedezca, si preguntamos estamos dando pie a la alternativa del no.
Dar dos opciones: Antes de recibir un no por respuesta, es mejor darle una alternativa. Por ejemplo, cuando hay que poner la mesa, en vez de pedirle eso, le decimos “¿quieres poner los cubiertos o las servilletas?”.
Evitar la orden porque sí: Los niños, a esta edad, simplemente dicen no para reafirmarse como personas; a veces para llamar la atención; o puede que sólo sea como un hábito adquirido. La obediencia ciega no es algo que entiendan demasiado, ni el sí porque lo digo yo. A menudo se entra en una espiral de no-sí-no-sí provocando un pulso en el que seguro que nuestros hijos siempre ganaran, pues tienen más aguante que nosotros.
¿Chantaje emocional? Esta opción la pongo entre interrogantes porque no creo en el chantaje emocional pero a veces, una mentira piadosa del tipo “si lo haces, mamá estará más contenta” puede que funcione. Aunque no creo que se deba abusar.
Pero en la práctica...Hasta aquí la teoría. Estas son las indicaciones que me doy a mi misma para ser una madre modelo y no desfallecer ni desesperar por el camino. Algo que, por desgracia, a veces sucede. Como ha pasado hoy. He hecho una simple prueba, aplicando un test de preguntas y respuestas rápidas:
- Quítate las bambas- No- Ponte las zapatillas- No- Quítate el abrigo- No- Toma las galletas- No, sí, sí, perdón, quería decir sí
Paciencia, mucha paciencia.