¿Es usted adicto al pensamiento negativo? El pesimismo patológico puede estar afectando negativamente a su vida, pues le lleva a sentirse continuamente agraviado o perseguido y a convertir su vida en una experiencia llena de peligros y amenazas.
Michael Hyatt considera que el pensamiento negativo tiene un coste para nuestra vida personal. En primer lugar porque el pesimismo arruina no sólo su creatividad, sino también la de la gente que le rodea. Ya de por sí, en un mundo donde necesitamos buenas soluciones para problemas difíciles, esta es una forma de limitar su capacidad de prosperar en él.
Además, el pesimismo deteriora su salud emocional. Mientras que el pensamiento optimista es efímero y necesita un esfuerzo de mantenimiento, el pensamiento negativo se instala en nosotros durante semanas reapareciendo de manera natural en nuestro diálogo interior. Algo que profesionalmente le arrastra a un nivel de desempeño bajo, pues el pensamiento negativo es tan desmotivador que las personas que le rodean no tardarán en detectarlo.
Por si esto fuera poco, el pesimismo daña a sus emociones. Al convertirle en una persona que sólo transmite lo peor, las personas de su entorno le evitarán y mantendrán una buena distancia con usted.
Finalmente, el pensamiento negativo le puede hacer enfermar. Los expertos confirman que el pesimismo no sólo dispara nuestro nivel de estrés, también puede incrementar las posibilidades de sufrir un ataque al corazón e incluso de incurrir en estados de demencia.
Cherie Carter-Scott denomina negahólicos a las personas que presentan adicción al pensamiento negativo. Un síndrome que hace que las personas, de manera inconsciente, limiten sus capacidades convenciéndose de que no pueden conseguir lo que desean y saboteando sus deseos y sus sueños. Una combinación perfecta de actitudes, creencias y autolimitaciones que sabotean y arruinan de manera sutil nuestra vida y la de las personas que nos rodean. Tan sólo necesita comenzar a cuestionar su forma de pensar. Se atreve?