
Recientemente las redes sociales recogieron un vídeo en el que a una pasajera se le denegó el embarque a un vuelo de Ryanair en el aeropuerto de Sofía (Bulgaria), alegando que su maleta de mano excede las dimensiones permitidas. El momento fue grabado y compartido en redes sociales, generando cientos de comentarios de apoyo y críticas a la aerolínea por la forma en que se gestionó la situación.
Las imágenes muestran a la afectada tratando de dialogar con el personal de la aerolínea, visiblemente afectada, sin recibir una solución clara. Para muchos pasajeros aéreos, esta escena refleja una realidad cada vez más común: el endurecimiento de las políticas de equipaje y una aplicación estricta que, en ocasiones, roza el abuso.
La normativa europea protege al pasajero en estos casos
Lo que muchos desconocen es que este tipo de situaciones pueden estar cubiertas por el Reglamento CE 261. Si a un pasajero se le deniega el embarque de manera involuntaria y cumple con las condiciones del vuelo (documentación, reserva y llegada puntual), tiene derecho a reclamar una compensación de entre 250 y 600 euros, en función de la distancia del trayecto.
Además de la compensación, la normativa también contempla el derecho a asistencia durante la espera, como comida, alojamiento o reubicación en otro vuelo en condiciones similares.
Por esta razón desde AirHelp, la empresa tecnológica de viajes que mejora la experiencia de los pasajeros durante la posible interrupción de un vuelo, se recuerda que este tipo de denegaciones no siempre están justificadas. “Muchos pasajeros asumen que no tienen opciones cuando se les impide volar. Pero incluso en casos como este, donde la excusa es una maleta, la ley europea puede estar de su lado. No es solo una cuestión económica, es una cuestión de respeto”, explica Eric Napoli, responsable Legal de AirHelp.
Más empatía y transparencia
Este incidente en Sofía es solo uno de muchos ejemplos que evidencian la falta de flexibilidad y humanidad en la gestión de embarques por parte de algunas aerolíneas. Por ello, desde AirHelp se insiste en la importancia de que las compañías apliquen las normativas con sentido común y que los pasajeros estén informados sobre sus derechos para poder ejercerlos cuando sea necesario.
