Negligencia médica

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Lo que os voy a contar en esta entrada es un caso real, y transmito la información recibida de parte de la familia. Omitiré nombres de centros, médicos y paciente por razones obvias. Paciente ingresado por hemorragia secundaria a la rotura de la arteria cerebral media derecha. Coma inducido durante un mes aproximadamente. Soporte alimenticio mediante sonda nasogástrica. Cuando parece que todo va bien, comienza a tener dificultades en la evacuación del líquido cefalorraquídeo por lo que se le coloca una válvula de derivación ventrículo-peritoneal. Se le deriva a otro hospital. Hasta aquí encontramos algunos datos de lo que sería un tratamiento habitual en estos casos. Pero van pasando los meses y en lugar de ir recuperándose poco a poco (que no sería gracias a la rehabilitación NO recibida) su estado es cada vez peor. Aún así le dan el alta y le mandan para casa sin más indicaciones que la de realizar los cambios posturales pertinentes y algunos ejercicios pasivos. Cada día hay menos interacción con el ambiente, pasó de ser capaz de llevar una conversación a estar prácticamente todo el día sin abrir los ojos. Llega a responder solo ante los estímulos dolorosos. Lógicamente alertados por el empeoramiento, la familia solicita una revisión sospechando que la válvula no está funcionando y que eso puede ser el motivo del retroceso. Les dan cita para dentro de un mes y medio porque "no es de urgencia". Por fortuna tienen un contacto en otro centro hospitalario en el que acceden a revisarle casi de inmediato (ya han pasado 15 días). En cuanto el doctor del otro centro lee los informes se da cuenta de lo que pasa: lleva 10 meses tomando un medicamento que tenía que habérsele retirado al cumplir el primer mes, y en una dosis diaria tres veces superior a la habitual. Ese medicamento le está bloqueando todos los músculos del cuerpo, produciéndole una gran somnolencia amén de grandes dolores y anulando los efectos de otras medicaciones paralelas. Ya presenta signos de Parkinsonismo. Ese cuerpo está intoxicado por completo.  Pero las sorpresas no quedan aquí: la válvula de derivación lleva un "botoncito" que hay que apretar a diario para que funcione y de lo cual NADIE informó a la familia, por lo que desde el primer día es como si no la llevase. Si yo estoy llena de rabia e impotencia no me puedo imaginar cómo estarán sus familiares. Lo único que se puede hacer ahora es esperar a que ese organismo se limpie, comenzar con el funcionamiento correcto de la válvula y confiar en que las secuelas de esta NEGLIGENCIA MÉDICA sean las menores posibles.  Esto ha ocurrido con una persona menor de 60 años, se me ponen los pelos de punta pensar que hubiera tenido 20 años más. Ya no estaría en este mundo.
Paloma Peña