Schäuble
Varoufakis
Creo recordar que he dejado escrito en algún lugar que las 'negociaciones' entre Grecia y la Troika, van para largo y desde luego serán duras de pelar.El ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble le dijo a su homólogo griego Yanis Varoufakis, durante la rueda de prensa en Berlín: "Las promesas electorales a costa de terceros, no son realistas".
Es evidente que Alemania y Grecia son dos visiones antagónicas del problema.
Lo que quiero resaltar aquí es que cuando en una democracia, los electores eligen otra forma de gobernar, los interlocutores -en este caso Alemania- deben de saber que ahora el gobierno griego tiene que dar respuesta a sus votantes, haciendo lo que realmente en su programa del partido ganador, dice que si salía ganador iba a realizar.
Bien es verdad que Schaüble, hace también su papel replicando a Varoufakis, que él también tiene electorado ante el que tiene que responder.
Por éso pienso que la democracia, la verdadera democracia, se debe a los electores que la sustentan, y ahora Grecia tiene que responder a los suyos, haciendo justo lo que dichos electores le han dicho que haga, en definitiva lo que en el programa del primer ministro Alexis Tsipras reza.
El problema es que determinados estamentos de la Unión Europea, desde hace tiempo están acostumbrados a seguir la hoja de ruta de la canciller Merkel, y eso perdonarme, a mi modo de entender no es democracia, pues entre otras cosas los europeos en general no hemos votado a esa señora para que nos esté haciendo la puñeta.
Desde que Zapatero hincó las rodillas ante ella, y no digamos ya lo que ha hecho el actual presidente del Gobierno de España Mariano Rajoy, no es que haya hincado las rodillas, que también, es que lo que ha hecho lo peor que puede hacer un gobernante que se precie, y es hacer todo lo contrario a lo que decía su programa del Partido Popular del 2011, que dejo aquí por si alguno quiere recordar.
Por tanto, me parece muy legítimo que el gobierno griego de Tsipras defienda su programa, por el cual ganó con elecciones democráticas.
Otra cosa es que tiene y debe negociar con la Comisión Europea, principalmente y por supuesto con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, y como muy bien dijo Varoufakis: "Nadie puede entender mejor que la gente de este país (Alemania) cómo una economía en depresión combinada con una humillación nacional y un sufrimiento sin límites puede romper el huevo de la serpiente. Cuando vuelva a casa esta noche me encontraré un Parlamento en que la tercera fuerza no es un partido neonazi, sino uno nazi".
Permitirme añada algo que se olvida frecuentemente y es que Alemania debería recordar que al terminar la Segunda Guerra Mundial, gracias al pacto de Londres de 1953, entre otras deudas, a Alemania se le perdonó las que tenía con Irlanda, Grecia y España. Y eso fue uno de los puntos del origen del llamado 'milagro alemán'.
Por todo esto y alguna cosa más hay que negociar.