Como sabéis, el próximo martes 4 de noviembre de 2014 será el Banco Central Europeo (BCE) el encargado de supervisar a las entidades financieras europeas.
¿Afectará esta nueva supervisión al modelo de negocio de los Bancos? ¿Qué cambios tendrán que realizar las entidades en sus estructuras para cumplir con las indicaciones realizadas por el BCE?
El equipo del sector Financiero de KPMG en España ha elaborado el estudio ‘El comienzo de la Unión Bancaria. Claves de la nueva supervisión’ el cual analiza las implicaciones para las entidades financieras del nuevo entorno regulatorio.
Como sabéis, el próximo martes 4 de noviembre de 2014 el Banco Central Europeo, dentro del Mecanismo Único de Supervisión, asumirá las funciones de supervisión de las entidades financieras europeas. La pregunta a este cambio es inmediata: ¿Qué tendrán que hacer las entidades financieras para adaptarse?
¿Qué va a revisar el BCE?
El Banco Central Europeo revisará, entre otros aspectos:
- El modelo de negocio
- El gobierno corporativo
- El capital, la liquidez y la rentabilidad
- La estructura de balance
- La calidad de los activos de las entidades.
Implicaciones para las entidades
El nuevo supervisor y el entorno regulatorio implicará para las entidades una mejora en la calidad de los datos o en la revisión del tratamiento, así como homogeneidad y coherencia de la información. En última instancia, también podría obligar a introducir cambios futuros en los modelos utilizados por las entidades para la determinación de su propio capital.
Implicaciones, pero también oportunidades
Los cambios que tendrán que acometer las entidades financieras para adaptarse al nuevo Supervisor Único y a todo el marco normativo representa también una oportunidad para mejorar los procesos y los modelos de las entidades y fortalecer sus ratios fundamentales (capital, liquidez, nivel de endeudamiento), haciéndolas más sólidas y rentables.
Francisco Uría, socio responsable del sector Financiero de KPMG en España, asegura que “las entidades financieras españolas llegan a esta nueva etapa tras un intenso proceso de reestructuración y fortalecidas tanto en capital como en provisiones –reflejado en los resultados del análisis realizado por el BCE y publicado recientemente–, aunque aún será necesario que continúen su esfuerzo para mejorar su rentabilidad, el nuevo caballo de batalla”.
No todo serán los balances y los niveles de capital y liquidez
La nueva supervisión del Banco Central Europeo prestará “gran atención” al modelo de negocio y a la rentabilidad de los bancos y no sólo a la situación de sus balances y sus niveles de capital y liquidez.
Y es que dentro de esta nueva supervisión entran la calidad del gobierno corporativo de las entidades, su capacidad efectiva para comprender y definir la política de riesgo del banco, la eficacia del control interno y el cumplimiento normativo.
Potenciación del área de auditoria interna de las entidades
El nuevo supervisor, dentro de su trabajo de revisión, intentará apoyarse en los departamentos de auditoría interna de las entidades, por lo que éstas deberán reforzar y potenciar estas áreas para que estén en condiciones de proporcionar toda aquella información que les sea requerida por parte del BCE.
Otros esfuerzos que deberán afrontar las Entidades
- Asimilar los nuevos parámetros y criterios de evaluación de activos, de riesgos, de pasivos, etc. de forma que puedan ser considerados en sus procesos de gestión del riesgo y de la liquidez de la entidad
- Deberán desarrollar, establecer y aplicar una nueva metodología de estimación de las pérdidas por deterioro de las carteras crediticias basada en un análisis de flujos de efectivo esperados de los activos, en línea con otras entidades europeas.
- Promover la transformación de la función de cumplimiento normativo para perseguir la implantación de mejores prácticas.
- Detectar potenciales situaciones de riesgo para la continuidad del negocio, así como identificar las palancas de gestión que contrarresten dichas situaciones de tensión.
- Efectuar grandes inversiones en nuevos procesos de gestión de la información, una redefinición de su estrategia en este ámbito y su alineamiento con los objetivos fundamentales de negocio.
Ámbito Fiscal
En el ámbito fiscal, la posible transición del modelo actual de pérdida incurrida a un modelo de pérdida esperada (desconocido hasta ahora) “podría exigir una adaptación normativa complementaria para evitar la separación entre norma contable y norma fiscal y el consiguiente riesgo de generación de nuevos Activos por Impuesto Diferido cuando se aborde el régimen fiscal del deterioro bajo la norma contable IFRS 9”, señala el informe.
Imagen: freedigitalphotos.net
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