Némesis, última publicación hasta el momento de Alexis Brito Delgado, es una novela bélica ambientada en la II Guerra Mundial, para la que el autor retoma a la familia Stark, la longeva saga de militares que ya había dado protagonistas a sus novelas Wolfang Stark, el último templario y Soldado de Fortuna, a su serie de relatos de Dorian Stark o a su relato Canción de Sangre.
El capitán Stark
Ahora es el turno de Johannes Stark, capitán de la Orden Negra de las Waffen-SS. Esto es, el núcleo duro del ejército alemán, un cuerpo al que solo podían pertenecer devotos del régimen nazi de la más pura raza aria. Un personaje con el que es difícil empatizar —no parece esa, por otra parte, la intención del autor— pero al que Alexis Brito dota de una humanidad atormentada que termina por mover a la lástima e incluso a la compasión.
Némesis comienza muy fuerte, in media res, con una escena que va a marcar el ritmo y el tono del resto de la narración: Stark y su grupo cazando judíos con sus perros dóberman simplemente por diversión. La crudeza, la sordidez y la truculencia de los actos de hombres y animales dejan claro desde el principio que no será una novela bélica al uso. Esta secuencia expone también la moralidad y la escala de valores de Stark y del resto de SS, que nos son presentados.
La trama
Pasamos a la misión que articulará la trama de la novela: una infiltración en territorio enemigo, en el riguroso frente ruso, para rescatar a un científico secuestrado por un oficial traidor. Aquí la novela comienza un desarrollo propio del cine de comandos, que la aleja de nuestra principal referencia literaria sobre el ejército aleman de la II Guerra Mundial, Sven Hassel. Si los protagonistas de Hassel eran soldados de la Wehrmacht, o sea militares a su pesar, casi siempre carentes de afinidad con el régimen nazi, los de Némesis son fanáticos, que han jurado fidelidad a Hitler y recitan de memoria pasajes del Mein Kampf.
Némesis es una narración pulp, de aventuras. Una versión escrita de cintas como Los cañones de Navarone, Objetivo Birmania o Aquel maldito tren blindado, en las que un pequeño comando de élite debía infiltrarse tras las líneas enemigas para llevar a cabo un sabotaje, rescatar a un espía o robar unos planos.
Pese a lo cual Alexis Brito no renuncia a la profunda documentación en lo referido a uniformes, armamento, estructura y reglamento tanto del ejército alemán como del ruso, y el texto es profuso en detalles. Se emplean los términos en alemán y ruso para los grados militares, unidades del ejército y otros organismos, con sus correspondientes notas al pie.
El grupo
Como en toda aventura de comandos, son clave un reparto variopinto y la interacción entre los miembros del grupo. Tendremos a los gemelos Mason, totalmente adeptos al régimen, al gigantón Meyer, al leal sargento Kraus, al francotirador Michael Konrad, siempre con sus anécdotas de guerra, y a Treser, el médico, que aporta el patetismo con su drogadicción.
Némesis tiene una extensión algo mayor de la habitual en una novela pulp, pero se lee enseguida y es imposible aburrirse con ella. Porque, según transcurre, se va convirtiendo en una huida hacia delante. Una historia de supervivencia de la que Stark y los suyos solo pueden salir manteniéndose unidos y con una lealtad inquebrantable.
Alexis Brito juega bien la carta emocional. Al comienzo nos presenta a unos protagonistas deshumanizados, máquinas de matar movidas por el odio, capaces de las mayores atrocidades. Poco a poco ahondamos en los sentimientos de Stark, le vemos sufrir por sus hombres y por las muertes que ha causado. Cuando se cuestiona sus creencias y deja un lugar para la expiación, entendemos que personifica el absurdo de la guerra. Entonces podemos apiadarnos de él, aunque no lo perdonemos.
Un pulp realista
Sin desmerecer de las escenas de acción y del ritmo narrativo, que Brito logra mantener durante toda la novela, el gran valor de Némesis es hurgar en la psique de Stark, un hombre que llega a despreciar aquello en lo que lo ha convertido el régimen nazi. Y que termina albergando ideas —que la victoria es imposible o que la Operación Barbarroja será un absoluto desastre— que si las expresase en voz alta le supondrían el fusilamiento.
Hollywood, los comics y el pulp nos han acostumbrado a una visión de la guerra simplista, de buenos y malos, con muertes limpias y gestas heroicas. Brito opta por mostrar lo contrario: cadáveres despedazados y descomponiéndose, barro, frío, heridas sangrantes, torturas, ensañamiento con los civiles, rapiña... en este aspecto se puede considerar que Némesis es una obra realista, aunque su nivel de violencia, tanto en la atmósfera como en la diégesis, puede ser demasiado alto para determinado público.
Un pacto que no se rompe
La novela de Alexis Brito puede resultar demasiado brutal, demasiado explícita o entrar de lleno en el exploitation, todo eso es opinable. Pero lo que es seguro es que Alexis Brito conoce y respeta el pacto escritor-lector. Durante toda su extensión, Némesis se mantiene coherente y su historia es plausible. El periplo de Johannes Stark resulta creíble. Con toda su hupérbole de muertes, tiroteos y bombardeos, podría relatar un hecho real.
El estilo narrativo es claro, muy gráfico, y las continuas escenas de acción se suceden a buen ritmo. En este apartado, solo puede acharcarse a Némesis una narración algo sincopada, en la que las escenas se yuxtaponen en los cambios de capítulo, con elipsis que quedan sin explicar.
Por lo demás, Némesis resulta una lectura amena, que va pasando por varias fases de relación con el lector y que se cierra con un final abierto, tras salirse de la vía por la que se preveía iba a transitar. Un conjunto que puede agradar por igual a los amantes del pulp como a los aficionados a la novela bélica e histórica. Tiene acción sin tasa para unos, y atención absoluta al detalle —uniformes, insignias, armas, vehículos...— para otros.
Dónde encontrarla
Némesis puede encontrarse en la web de Serial Ediciones