Título: Némesis (Nemesis)
Autor: Isaac Asimov. Bioquímico, escritor de múltiples géneros, divulgador científico e histórico, profesor universitario, ateo militante, activista político, miembro de Mensa, responsable de las Tres Leyes de la Robótica, coleccionista de Premios Hugo y doctorados Honoris Causa y poseedor de las patillas más célebres de la Ciencia-Ficción.
Lo leemos...: En digital, en el Kindle.
Sinopsis: Siglo XXIII. La Humanidad se ha extendido desde la superpoblada y empobrecida Tierra hacia los Establecimientos, pujantes colonias espaciales que se desentienden de su antiguo origen. Rotor, uno de ellos, descubre una estrella enana roja llamada Némesis, que puede servirle de nuevo hogar, pero que también puede suponer la destrucción de todo el Sistema Solar. En manos de unos pocos seres humanos, con sus principios morales y sus dudas, estarán la salvación o el fin de nuestro mundo.
¿Cómo lo podemos describir?: Como una novela de Ciencia-Ficción dura, con una trama sencilla pero intensa, donde priman la divulgación científica y los detalles técnicos, y se plantean una serie de cuestiones éticas y filosóficas, en detrimento de la acción y la aventura.
¿Qué podemos destacar de él?: Que es una de las últimas obras de Asimov, que recopila todos los elementos característicos del estilo del autor y que, pese a lo que éste indica en la introducción, guarda una (lejana) relación con sus sagas Fundación, Robots e Imperio.
Lo primero que debemos considerar al reseñar esta obra es que estamos ante un Asimov ya mayor y cansado, que reconoce en la introducción que ha optado por un estilo claro, sencillo y directo, en favor de una lectura clara y ajena a las opiniones de la crítica (que nunca le importaron demasiado, y que a los 69 años supongo que lo harían aún menos).
Pero no nos engañemos, no estamos ante una obra de poca calidad o "de trámite". El argumento de "Némesis" es sólido y está resuelto con mucho oficio. Sí es cierto que el estilo de Asimov es sencillo, sin filigranas, sin recursos narrativos arriesgados. Las descripciones son mínimas, telegráficas, puede definir un personaje con tres líneas o una nave espacial con cuatro. Pero quien ha leído a Asimov sabe que siempre ha sido así, que ha primado el fondo sobre las formas, y que nunca se consideró a sí mismo un buen escritor en cuanto a los aspectos formales.
Colabora a la citada sencillez que el autor maneja sólo dos unidades de acción: La Tierra y Rotor-Némesis, que transcurren paralelas casi toda la novela para terminar confluyendo. La historia abarca quince años, y no hay lugar a la confusión para ubicar personajes y acontecimientos en su lugar y su tiempo, como si Asimov quisiera que toda nuestra mente esté disponible para comprender las tesis y teorías científicas que intenta transmitirnos con "Némesis" (si hay algún neurólogo en la sala, encantado le ruego me corrija lo relativo al uso del cerebro, etc.)
En el aspecto científico, la trama gira, por una parte, en torno a la hipotética posibilidad de realizar viajes superlumínicos, no sujetos a la teoría de la relatividad, compitiendo la Tierra y Rotor en la carrera con sus distintas tecnologías; y por otro, alrededor del descubrimiento de una estrella aún más cercana que Alfa Centauri, una enana roja que dará nombre a la novela. El carácter divulgativo es innegable, y Asimov nos ofrece, a través de sus personajes, especialmente la experta en el tema Tessa Wendel, sus visiones sobre un posible viaje supelumínico y aquellos condicionantes y dificultades que podría presentar. Reconozco que lo de "corrección gravitatoria" no acaba de entrarme en la mollera, pero confío en vosotros para que me lo expliquéis.
Al igual que me ocurrió con "Cita con Rama", y por cuestiones de mi formación académica como ya comenté entonces, me fascinó un aspecto que Asimov trata en esta novela: El hecho de que la diáspora de la Humanidad dé lugar a nuevas identidades, a nuevos sentimientos de pertenencia a la colonia (aquí llamadas "Establecimientos") donde el ser humano nace y crece desvinculado por completo de la Tierra y de los terrícolas. Destaca también que la Tierra es un planeta superpoblado, empobrecido, contaminado y decadente, donde el progreso se ha detenido, mientras que las colonias son pujantes y prósperas, y encabezan los avances científicos y sociales. No deja de ser significativo también que las colonias tienden a la uniformidad racial y cultural, y que la multiculturalidad dela Tierra se considera un problema, no una ventaja.
Resulta hilarante la incapacidad de los habitantes de los Establecimientos para entender la vida en espacios amplios, abiertos y sujetos a los fenómenos atmosféricos, pues viven bajo cúpulas y en condiciones de temperatura y luz controladas, y las salidas de Marlene a Erythro, el satélite que gira en torno a Megas, el planeta de Némesis, tiene ocurrencias que nos provocan una sonrisa.
Dije que la obra prima la reflexión ética y filosófica sobre la acción, y eso se percibe en que Rotor, en manos del pragmático y racional líder Janus Pitt, decide poner rumbo a Némesis (de la que se sienten dueños, por haberla descubierto antes que los terrícolas), en aras de expandirse y crear su propio mundo, y olvida a la Tierra en el proceso, la abandona a su suerte. Sin embargo, otros personajes como Marlene (que podemos considerar la protagonista o al menos un personaje principal y central) buscan alternativas que permitan la supervivencia del planeta natal de la Humanidad.
Como ocurre en el conjunto de la obra de este autor (en la que yo he leído al menos), no hay lugar para escenas de acción desbordante, grandes batallas espaciales, tiroteos ni persecuciones. Las armas de los personajes son la negociación, el debate, la persuasión, la lógica y hasta la seducción. Así, Crile Fisher, padre de Marlene y protagonista que va creciendo a lo largo de la trama, se valdrá de ellas para inclinar la balanza en favor de la Tierra en la frenética carrera por conseguir viajar más rápido que la luz, si bien lo hace tanto movido por el deseo de reunirse con Marlene como por el de salvar la Tierra de su posible destrucción.
Al igual que en Fundación, el autor abre la puerta a la existencia de habilidades PSI, en este caso una percepción extrasensorial que permite interpretar el lenguaje corporal, los gestos y el lenguaje de los demás para leer en ellos como en un libro abierto. Por la relevancia de esta capacidad en la trama, no hablaré más de ella en esta reseña.
Otro aspecto apasionante que Asimov maneja en "Némesis" es el de la vida extraterrestre, si bien, dentro de su racionalismo, no podía hacerlo mediante hombrecillos verdes o una creación singular, sino por microbios u organismos similares, por lo que optó por una postura muy ocurrente y que entronca con otros clásicos de la C-F dura como Solaris de S. Lem, la de un planeta con conciencia e inteligencia colectivas, y hasta aquí puedo leer para evitar el spoiler.
Don Isaac sacándose unas perrillas, que nunca vienen mal
Para mí, "Némesis" representa la lucha entre el interés general, de toda la Humanidad, y los intereses personales y particulares de los protagonistas, de las diferentes motivaciones que les hacen actuar de una u otra manera, y las implicaciones éticas que tienen sus acciones y decisiones.Eso sí, prefiero avisar que la etiqueta de Ciencia-Ficción dura no es arbitraria, y que el peso del componente científico-técnico en el conjunto de la novela es muy notable, pero según mi criterio, gracias a la claridad expositiva de Asimov, no se hace árida ni tediosa en ningún momento, pues todo se explica a través de la propia trama y de los diálogos de los personajes.
Si tuviese que ponerle un "pero" a esta novela sería, como me ocurre muchas veces con otras novelas, sobre todo de C-F, es un detalle de la traducción: La confusión tan frecuente entre billones anglosajones (mil millones, lo que en español designa el apenas usado millardo) y billones españoles (un millón de millones). Cuando nos dicen que en la Tierra viven ocho billones de personas, fácil entendemos 8.000 millones, pero cuando hablamos de distancias astronómicas todo se nos complica mucho.
Antes de terminar, recordad que, según Asimov, esta novela no está relacionada con sus sagas más celebradas, y en la introducción reconoce la pereza que le da escribir otra novela que las una. Pero lo cierto es que, una vez leída (recomiendo prestar especial atención al Epílogo), se entiende que los acontecimientos narrados en Némesis son fundamentales para que Fundación, Robots o Imperio tengan lugar, sin necesidad de esa novela-puente que Don Isaac nunca llegó a escribir.
¿Hemos subrayado algún párrafo?: Sí, treinta y ocho, pero aquí veremos sólo tres, que ilustren el estilo de la novela sin desvelar datos relevantes de la trama:
"Tarde o temprano, ellos descubrirían Némesis y los colonizadores aparecerían...¿Cómo sobreviviría entonces Rotor?Sólo si Rotor ganase la mayor cantidad de tiempo posible, crease una civilización sólida y se expandiera de forma razonable. Si tuviesen el tiempo suficiente, podrían asentarse en un grupo de estrellas. De lo contrario, Némesis no bastaría por sí sola... Había que hacerla inexpugnable.Pitt no soñaba con conquistas universales ni de ninguna otra clase. Lo único que quería era una isla de tranquilidad y seguridad para sobrellevar los días en que la Galaxia se incendiase y sumiera en el caos como resultado de las ambiciones conflictivas."
"—Las enanas rojas son inmortales o poco menos. Némesis podría ser tan vieja como el Universo. No obstante, seguirá así sin cambios aparentes durante otro centenar de billones de años. Lo más que podemos hacer es calcularlo mediante el contenido de elementos menores que componen su estructura. Suponiendo que sea una estrella de la primera generación y no haya comenzado con nada salvo hidrógeno y helio, tendrá diez billones largos de años dos veces más que la edad del Sol del Sistema Solar."
"— No estoy hablando de desagrado, Tessa, ni de aversión o desdén. Estoy hablando de odio ciego, al rojo vivo. Casi todos los terrícolas aborrecen a los Establecimientos. Porque todos tienen los últimos inventos. Constituyen una población tranquila, poco densa, acomodada clase media. Tienen alimentos abundantes, diversiones muy variadas, tiempo nada malo y desconocen la pobreza. Tienen autómatas que conservan celosamente fuera de la vista. Es natural que las personas que se creen desheredadas detesten a quienes parecen tener todo. Me parece que a él le gustaría ver destruidos todos los Establecimientos, sin excepción.— ¿Por qué, Crile?— Según mi teoría, lo que le irrita no es ninguna de las cosas que he enumerado. Lo que no puede soportar es la homogeneidad cultural de los Establecimientos. ¿Sabes lo que quiero decir?— No.— Los habitantes de los Establecimientos se seleccionan a sí mismos. Seleccionan a personas como ellos. En cada Establecimiento hay una cultura compartida, e incluso hasta cierto punto una apariencia física compartida. Por otra parte, la Tierra es, y ha sido a lo largo de la historia, una mezcla bárbara de culturas, todas enriqueciéndose unas a otras, compitiendo unas con otras, recelando unas de otras. Tanayama y muchos otros terrícolas, yo mismo por ejemplo, consideramos que tal mezcla es una fuente, y sentimos que la homogeneidad cultural de los Establecimientos nos debilita y, a la larga, reduce nuestra longevidad potencial."
¿Más datos de interés?: Lo lamento, pero no he encontrado gran cosa. Sólo comentar que en la saga Fundación, se cita de forma tangencial a "Némesis" como una leyenda sin rigor histórico, con miles de años de antigüedad.
Y así terminamos la reseña de una obra que os recomiendo tanto a los que ya habéis disfrutado de Asimov como a aquellos que nunca hayáis leído nada de él, porque ejemplifica el estilo de este autor y además es autoconclusiva. Yo por mi parte, prometo volver a publicar con la frecuencia acostumbrada. Hasta entonces, Nos leemos!.