Su significado es el de "no especificado de otra manera". Son unas siglas llenas de genialidad. Sirve para rellenar toda clase de documentos administrativos, sobre todo sanitarios. ¿Por qué estás de baja? -prengunta-. Tengo un grano en el culo -contesta-. -Pero, en la baja pone: Caries. NEOM. Si querían derecho a la intimidad, es genial, porque nadie sabrá por qué le han dado la baja. Bromas aparte, las siglas representan por sí mismas un microuniverso semántico lleno de grandes matices. Muchos no entendemos eso de NATO por OTAN siquiera para darnos cuenta que abreviar un cúmulo de significados nominativos en sí mismo es una clara aproximación al ocultismo. Cornelius Agrippa no lo hubiera hecho mejor, por citar a uno de los grandes ocultista de la historia. O a la pura simplificación, más acorde con el proceso lógico-matemático que esconde el lenguaje. La simplificación es un proceso natural inherente al lenguaje (véase la escritura de un adolescente en el móvil. Jeroglíficos ligüísticos puros a diferencia de los egipcios o el de los ideogramas chinos por ejemplo) aunque pase por ser una blasfemia para la Academia. La inmensa mayoría de los hablantes entienden los conceptos que encierran unas siglas, pero les cuesta específicar su desglose completo. Es de una intuición plena de ahorro memorístico y declarativo, y de ahí su éxito. Las siglas, por otro lado, desprenden un aire de prestigio añadido al oyente. Hay muchos matices detrás de unas letras iniciales o intermedias que sirven como "glosa" comunicativa. NEOM, la descubrí hace relativamente poco, para más "INRI" en su asociación menos literal. También puedes decir ¡vete al NEOM! Queda cojonudo si lo piensan. ¿Han sonreído? Entonces, este es un buen momento para dejarlo. ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!