El miedo me invade en las horas previas al partido. La confianza es total en el Power Electronics, pero, el gusanillo de la Copa siempre está ahí. ¿Qué sucederá en la tarde-noche de hoy? ¿Será el Estudiantes capaz de derrotar al equipo valenciano? ¿Resurgirá Thomas Kelati?
Son muchas las preguntas para un solo partido. Habrá que estar atento a muchos emparejamientos, al duelo en los banquillos a los reencuentros en la pista, a los dos aleros altos más prometedores del básquet español, Suarez-Claver…
No veo la hora de que el balón comience a botar en el BEC, y pese a las dudas que siempre genera esta competición, con los nervios del inicio incluidos, sigo confiando en la machada. Se puede conseguir una final de Copa, ahora sólo falta demostrarlo en el portentoso parqué italiano del pabellón bilbaíno.