El primer ministro, Biniamín Netanyahu, manifestó que “la ONU falló” a la hora de proteger a los ruandeses del genocidio ocurrido en 1994, experiencia que ha enseñado tanto al país como a Ruanda que deben ser capaces de defenderse por sí mismos.
En viaje oficial a Ruanda, Netanyahu resaltó las similitudes entre el Holocausto judío y el genocidio de Ruanda, donde en 1994 cerca de 800.000 personas, en su mayoría de etnia tutsi, morían a manos de compatriotas hutus.
“En tiempos difíciles, debemos aprender a defendernos a nosotros mismos. En Ruanda la ONU falló, huyó. No podemos externalizar nuestra seguridad”, advirtió el primer ministro en rueda de prensa junto al presidente ruandés, Paul Kagame, en Kigali.
“El genocidio y el Holocausto que ambos hemos sufrido nos enseñó que debemos tener capacidad para defendernos a nosotros mismos”, abundó Netanyahu.
El jefe del Gobierno israelí abogó por parar “la propaganda del odio” y la “negación del genocidio”.
“Debemos contar la verdad. Es una batalla que sigue en marcha”, continuó.
Netanyahu se mostró emocionado tras visitar el Memorial del Genocidio de la capital ruandesa, donde él y su esposa Sara depositaron una corona de flores en memoria de las víctimas.
“Estamos profundamente conmovidos por este memorial en recuerdo a las víctimas de uno de los grandes crímenes de la historia. Y recuerda con una similitud inquietante al genocidio de nuestra propia gente. Nunca más”, escribieron el líder israelí y su esposa en el libro de visitas del museo.
El recinto es un crudo recorrido por los acontecimientos que desembocaron en 1994 en la matanza de cerca de 800.000 ruandeses de etnia tutsi y hutus moderados en tan sólo cien días a manos de hutus extremistas.
El presidente ruandés también incidió en las dramáticas coincidencias entre Ruanda e Israel: “Dadas nuestras trágicas historias, hemos hecho las cosas para dar prioridad a nuestro pueblo”.
“En Ruanda, nunca hemos hecho nada que no sea en interés de nuestro pueblo”, aseguró Kagame, que gobierna el pequeño país africano desde el final del genocidio y ha impulsado una reforma legal para prolongar su mandato más allá de los límites constitucionales.
La visita de Netanyahu a Ruanda se enmarca en la gira africana que le ha llevado a visitar Uganda y Kenia, y que concluirá mañana en Etiopía, en el primer viaje de un primer ministro israelí en décadas.
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