Según explican los autores, a la hora de hablar, el tiempo de subida de una sílaba es el tiempo que se necesita para pronunciar la vocal. De este modo, por ejemplo, se considera que las sílabas tónicas tienen más tiempo de subida, siendo por tanto una señal importante que ayuda en la percepción de la regularidad rítmica en el habla.De este modo, observaron que los niños con dislexia tenían más problemas a la hora de seguir estos ejercicios musicales, incluso cuando se presentaban melodías simples con apenas unas notas de diferencia, lo que pone de manifiesto una fuerte relación entre la capacidad de percibir la estructura métrica de la música y la lectura.Los investigadores sostienen que la capacidad de percibir la alternancia de sílabas tónicas y átonas es fundamental para distinguir la fonología del lenguaje. Además, como el ritmo es más evidente en la música que en el lenguaje, sugieren que las intervenciones tempranas basadas en juegos musicales pueden ofrecer beneficios antes insospechados para aprender a leer.Fuente: Colegio de Psicólogos de la Región de MurciaJuan Francisco Reina MorenoNeuropsicólogo Pediátrico de Edu-In
