Càdiz, 4 feb (EFE).- Dos neuròlogos gaditanos se han propuesto llevar a cabo un estudio para demostrar algo que llevan tiempo sospechando: que ser miembro de una agrupaciòn del Carnaval de Càdiz, es decir practicar sin descanso el ingenio, la memoria y el humor, protege de desarrollar la enfermedad de alzheimer.
Esta ha sido una de las iniciativas màs destacadas y curiosas que se han planteado en el XVI Curso Nacional de Enfermedad de Alzheimer que hoy concluye en Càdiz y en el que han participado especialistas del Grupo de Estudio de Neurologìa de la Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurologìa.
En el curso, que ha llevado por título "Estimular el ingenio, reserva cognitiva y Alzheimer", los neuròlogos del hospital Universitario Puerta del Mar: Miguel Moya y Santiago Cousido han hecho una singular propuesta de estudio, justo cuando en el Gran Teatro Falla de Càdiz se desarrolla el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas.
Estos dos neuròlogos se han dado cuenta de que entre los mil pacientes que tienen en el registro de su hospital, no hay ninguno que haya formado parte de las chirigotas, comparsas, cuartetos o coros que participan en los carnavales, segùn ha explicado a Efe Pablo Martìnez-Lage, de la Fundaciòn CITA-Alzhèimer.
Tampoco han encontrado rastro de uno de ellos en los registros de pacientes de las asociaciones de enfermos de alzheimer de la ciudad, lo que ha apuntalado su sospecha de que esta actividad puede proteger de contraer la enfermedad.
Para confirmar esta idea van a realizar un proyecto y someter a miembros de las agrupaciones carnavalescas a pruebas, para compararlos con poblaciòn que no haya tenido nunca la tentaciòn de formar parte de una de ellas.
La hipòtesis, segùn explica Martìnez-Lage, no es descabellada porque formar parte de una agrupaciòn carnavalesca exige estar todo el año sacando punta al ingenio para componer las coplas, entrenando la memoria para cantarlas, tener una actividad social continua con el resto de los miembros del grupo y aficionados, y tomar habitualmente con ellos un par de cervezas o vinos, algo que, segùn los mèdicos y siempre que sea con moderación, tambièn ahuyenta la demencia.
En la actividad carnavalesca de las agrupaciones confluyen algunos de los factores que se consideran buenos como prevenciòn, como el entrenamiento cognitivo, la integraciòn social, el fenòmeno lùdico y el consumo moderado de alcohol.
"Desde hace tiempo se sabe que ser intelectualmente exigentes es un factor protector contra la enfermedad e incluso hay estudios que han constatado que las personas con niveles educativos bajos tienen màs riesgo de padecerla", dice Pablo Martìnez-Lage.