Él tiene un hijo y le dolía, me conto que no pudo entrar a verlo, por procedimiento de los vigilantes, y que lo que más lo ponía triste es que su iónico nieto el cual es la luz de sus ojos, estaba desesperado porque su tata no quería jugar con él y no se tiraba al suelo a vivir las aventuras que él quería vivir con él.Yo solo le pude decir, hay que seguir al pie de la letra las indicaciones del médico, y pues el medicamento s fuerte, al principio de la enfermedad yo tuve eso, pero con movimientos involuntarios y el medicamento me andaba por el mundo medio mareada, y dormida.Antes de concluir su tratamiento, porque el salió antes, me dijo es terrible depender de los demás cuando Ud. se vuelve un estorbo, es más difícil este paquete que tenemos, pero a mí me espera mi nieto, y sé que en unos meses estaré bien me sonrió con sus ojos verdes, su piel morena, pero sentí que su alma estaba cansada.Es difícil, cada persona tiene su propia cruz, su propia carga, que puede ser tan sencilla como ser gordita, pasada de peso, o muy delgada, en fin cada quien tiene algo que no está bien y que le causa tristeza, dolor o desesperanza, es regla de la vida, nada puede ser perfecto, el psicólogo de hemodiálisis, esta vez no podía autoanalizarse porque todo lo que estaba a la vista era una realidad terriblemente mala y que no podría más que sentir su corazón latir que le decía esta lucha empieza, la superaremos, pero el alma estaba cansada, el espíritu se notaba derrotado apenado, a todos nos pasa.
Los problemas no agobian, unos pueden ser pequeños e ínfimos y otros tantos que no caben en el cuarto y no atormentan a diario, pero a veces necesitamos que la vida nos recuerde que dejar de sentir no es bueno, porque perdemos nuestra esencia, que no todo se puede controlar y cuando eso pasa, la paciencia y la esperanza deben anidarse en nosotros, muchas veces hay una, pero no está la otra, a veces hay que creer en hadas mágicas para que los cuentos se conviertan en realidad o al menos nos permita vivir la felicidad de respirar.
