La gente que no se asusta fácilmente tiende a defender el pacifismo, el control de armas, el apoyo económico al Tercer Mundo y una política tolerante con la inmigración. Los más asustadizos, por el contrario, apoyan el patriotismo, el gasto en defensa, la guerra de Irak y la pena de muerte.Javier Sampedro, El País, 2008. (Vía).
I even have the hope that this might facilitate understanding a little bit. Instead of political opponents thinking the opposite party are being wilfully bull-headed, you can say 'well ok, they see the world differently than I do'.John Hibbing, BBC.
¿Esto quiere decir que nunca nos vamos a poner de acuerdo? Hum, no necesariamente. Lo que este estudio viene a decir, en mi opinión, es que detrás de cada idea hay un cerebro que la mantiene. Si Fulanito piensa que la guerra de Irak es necesaria, ¿cuánto de razonamiento hay en ese enunciado y cuánto de emoción? ¿Dónde acaban los argumentos y dónde empiezan los sentimientos? ¿En qué momento pasa el miedo de ser una emoción útil a ser una emoción peligrosa?
Naturalmente, saber eso no nos dice nada acerca de la moralidad o idoneidad de, por ejemplo, la guerra de Irak, pero sí nos recuerda que las guerras y el apoyo que reciben de los ciudadanos son en gran medida el producto de nuestros miedos. Y, bueno, supongo que saber eso nos puede ser muy útil.
Shaw decía que las ideas son como las pulgas, saltan de unos a otros pero no pican a todos. Ahora toca preguntarse por qué :o)