Neurosis en Modus Operandi

Modus Operandi abre la temporada con la exposición Neurosis, esta muestra pretende acercar al espectador al mundo del artista a través de esa neurosis del artista hacia el mundo, dándonos una nueva perspectiva de lo que son y de lo que somos. Hemos seleccionado obras de David Arnás (Madrid, 1976), Isabel Carralero (Madrid, 1987), José Manuel Ciria (Manchester, 1960), Álvaro Delgado (Madrid, 1922), Begoña Fernández-Castaño (Madrid, 1984), Antonio Gómez-Olea (Bilbao, 1962), Elena Guerrero (Ciudad Real, 1965), Rafael Jiménez (Córdoba, 1989), Eduardo Lozano (Zaragoza, 1975), Amalia Moreno (Madrid, 1983) y Enrique Rottenberg (Cuba-Israel, 1948). Se presentan obras que siguen un discurso común a través de distintas disciplinas artísticas como la pintura, la fotografía, el vídeo y la instalación. Freud planteaba el proceso creativo como una neurosis donde el artista se identifica con lo representado y cuyo resultado es una simbiosis entre ambos. El neurótico quiere poseerlo todo, se mueve por un deseo de llegar a lo más absoluto. Jung defendía la teoría de que todos nacemos con una energía psíquica determinada que la persona común emplea en su vida pero que el artista, en cambio, vierte sobre sus obras. Como resultado, el artista sacrifica su energía psíquica a la mejor parte de sí mismo, el artista creativo.Se presenta una selección de obras que giran en torno al retrato, a través de ellos los artistas nos ofrecen su visión del mundo y de sí mismos. Nos muestran sus experiencias y emociones, expresándonos con poder de convicción su profunda visión del hombre. Se representan personajes tanto conocidos como desconocidos, que vemos a través de esa dimensión comunicativa entre el artista y el espectador, y que nos conduce a un replanteamiento de la condición humana. El tema último es lo humano y, aunque en ocasiones lo representado sea menos antropomórfico, continua siendo antropomórfico.Los artistas seleccionados son consagrados y emergentes. Sus obras profundizan y hacen una exploración del retrato. Lo llevan a salir más allá de los límites de la pintura, a un espacio no pictórico en la frontera del arte y de la realidad. El retrato encarna la esencia misma del hombre.Como decía Juan Manuel Bonet, refiriéndose a la obra de David Arnás: “se detiene ante personajes, reales los unos e imaginarios los otros, que le apasionan, y sobre todo que le extrañan, y nos quiere transmitir ese apasionamiento, esa extrañeza suya de pintor”. Esta cita refleja el fondo de Neurosis que nos presenta distintos escenarios para profundizar en la sociedad a través del individuo y de los distintos mundos de los artistas.Más información enwww.artemodusoperandi.com