Los muebles del ebanista alemán David Roentgen (1743-1807) conquistaron la Europa aristocrática en los años anteriores a la Revolución Francesa. Sus clientes iban desde la Zarina de Rusia al Kaiser de Prusia o al Rey de Francia.
Roentgen hereda el taller de su padre dándole una dimensión internacional y dirigiéndolo al sector más plutocrático de la sociedad con una calidad indiscutible.
Los primeros muebles fueron rococó pero se adaptó al nuevo estilo neoclasicista.
Una de las características de los muebles eran los compartimentos secretos inteligentemente distribuidos y artilugios técnicos ingeniosos fruto de la colaboración con el relojero e inventor Peter Kinzing.
Muestra del nivel de la marquetería de Roentgen es el Neuwieder Kabinett (1777) que se exhibe en el Museo de Artes Decorativas de Berlín (Kunstgewerbemuseum). Ya habíamos admirado el escritorio deslumbrante de la perspectiva del Rijksmuseum.
Las taraceas inferiores del mueble muestran la perfección técnica y el interés por mostrar la geometría y la astronomía. Un sabio mide la Tierra mientras un joven observa la formación de eclipses, y a sus pies se encuentran los instrumentos geométricos. En otro panel será puesto de manifiesto el uso de la geometría en la arquitectura.
En la parte superior se ha colocado un reloj astronómico.