He perdido aproximadamente unas ocho horas de mi vida que ya no podré recuperar nunca más. Ocho horas viendo los ocho capítulos que conforman New Amsterdam. Un tiempo que podía haber dedicado a United States of Tara (que acabo de comenzar) o a Death Note (que la tengo aparcada por la mitad) o a terminar de una maldita vez Battlestar Galactica (llevo tres meses atascada en el capítulo trece de la cuarta temporada). Pero no, tuve que ponerme con New Amsterdam. ¿Y por qué? Por múltiples motivos. Porque es corta. Porque la historia parecía prometedora. Porque a pesar de la cancelación pensé que tal vez era un caso como el de Firefly. Porque el prota está bastante buenorro. Porque uno de los productores ejecutivos era Lasse Hallstrom.
New Amsterdam se estrenó en en marzo del 2008 y fue cancelado cuando tan sólo contaba con ocho capítulos. Para ponernos en antecedentes, New Amsterdam fue el nombre que le dieron los colonos holandeses en el siglo XVII a lo que hoy conocemos como New York. ¿Esto es importante? Pues sí ya que nuestro protagonista, John Amsterdam, fue uno de aquellos primeros colonos. Es decir que tiene más de cuatrocientos años, aunque aparenta unos treinta y tantos.
En 1642 Johann Van Der Zee casi muere salvándole la vida a una india. La joven y su tribu, en agradecimiento, le dan el don de la inmortalidad. Pedazo regalo. Claro que hay una pega, sólo volverá a ser mortal cuando encuentre al verdadero amor (ejem). Han pasado muchos años desde aquel día y el soldado viajó por el mundo, desempeñó multitud de empleos, tuvo 63 hijos y 36 perros, fue alcohólico y se rehabilitó... pero siempre regresó al mismo sitio, a la ciudad de New York, donde todo empezó. Actualmente trabaja como detective para la policía bajo la identidad de John Amsterdam. En cuatrocientos años ha amado y ha sido amado por multitud de mujeres pero aún no ha encontrado a su alma gemela.
La idea de la inmortalidad es muy atrayente. John es un hombre que ha visto y vivido de todo, que ha tenido tiempo para aprender a pintar, a fabricar muebles, a hablar varias lenguas, que ha participado en guerras y que ha visto como todos a su alrededor iban muriendo con el paso de los años, mientras que él se mantenía eternamente joven. Como policía John deberá resolver casos de lo más variado pero gracias a su gran conocimiento sobre la historia de la ciudad y de la naturaleza humana (ha visto de todo) será capaz de resolver cualquier crimen que se le presente.
La serie comienza cuando a John (Nikolaj Coster Waldau) le asignan una nueva compañera en el departamento, Eva (Zuleikha Robinson), y durante la investigación Amsterdam sufre un ataque al corazón. Algo que jamás le había sucedido por lo que se convencerá de que en ese momento se había cruzado con su verdadero amor. Esta idea le lleva a buscar a la elegida y conocer así a la doctora Sara Millay Dillane (Alexie Gilmore), la mujer que podría romper el hechizo. Además de estos tres personajes también tendremos a Omar York (Stephen Henderson), uno de los múltiples hijos que John a tenido a lo largo de los años) el cual regenta un club de jazz y tiene 65 años. Más tarde también se incorpora a la serie la nueva jefa del departamento de policía (Susan Misner), uno de los peores personajes que he visto en mucho tiempo.
La serie avanza lentamente mientras John resuelve casos y se esfuerza en averiguar si la doctora es realmente su verdadero amor. Para John su don es en el fondo una maldición pues le obliga a permanecer solo. No puede tener relaciones auténticas con las personas porque él no puede llevar una vida de verdad. Todo su mundo son mentiras y recuerdos. No tiene futuro, así que se esforzará por encontrar a la mujer que le libere de su carga.
Lo único bueno de esta serie es el protagonista y su historia Todo lo demás roza el patetismo. John tenía todo el potencial para ser un gran personaje y podría haberlo sido si la serie no hubiese sido tan floja. Los casos semanales eran bastante chorras, sólo me gustaban los momentos en los que John aplicaba su increíble conocimiento de la ciudad para sacar adelante la investigación. Después estaba rodeado por tres mujeres insoportables y muy lamentables. La doctora era tonta y punto. La compañera sólo sabía poner cara de perro y a la jefa de departamento era para matarla cada vez que aparecía.
Hubo momentos que la serie me resultó tan mala que me dejaba noqueada. Incluso momentos de hartarme a reír por lo absurdo que se estaba volviendo todo. Una pena lo de esta serie porque creo que podrían haber hecho algo muy bueno con ella pero no sé como es posible que consiguieran hacerla tan mala. Aún así me la vi entera porque quería saber si habían intentado cerrarla de alguna forma, y no tiene un final.
New Amsterdam ya está en el cajón de las olvidadas para siempre jamás. Espero que tengáis cuidado con ella y no perdáis el tiempo como hice yo.