En 1906 el objetivo de New Balance era la fabricación de suelas y zapatos ortopédicos cómodos y resistentes.
Medio siglo después, en los años 60, la empresa se especializará y se convertirá en fabricante de zapatillas deportivas. Así veremos nacer la famosa zapatilla para correr: TRACKSTER
Lejos de publicidades y otras técnicas de marketing, en el año 1972 New Balance es una pequeña empresa cuyo director Jim Davis no duda en ayudar a sus empleados a cumplir con los pedidos. La frase que define la marca es clara y transparente “Fabriquemos buenas zapatillas y ellas se venderán”.
El éxito no se hará esperar y en el año 1975 Tom Flemming ganará la maratón de New York con un par de New Balance. Un año más tarde la marca será consagrada la mejor zapatilla en Runner’s World.
La preocupación número uno de New Balance es la investigación, para que los deportistas de alto nivel realicen sus mejores actuaciones. Un ejemplo de ello serán los resultados de Khalid Khannouch en la maratón de Chicago de 1990.
Una ideología simple que persiste en el tiempo: « Endorse By No One », Sponsor de Nadie.
Las zapatillas son de calidad y es por ello que no necesitan la figura de ninguna estrella deportiva para ser vendidas. Una política de venta audaz pero que refleja el espíritu de New Balance. ¡Cuarta empresa mundial en la frabricación de zapatillas y sobretodo a la escucha de los hombres y mujeres que las llevan!