No dudamos de la calidad de su ropa, zapatillas, complementos, etc. Los hemos probado, y son bastante buenos. Sin embargo, puede llegar a tener detalles bastante feos en su afán por atraer clientela y vender sus "cositas".
Uno de esos detalles, fue la promoción que sacó el día 20 de Diciembre en relación a la edición especial de las zapatillas "Maratón de Sevilla". Como ya os comentamos, los compradores que estuvieran en primer, segundo, tercer y cuarto lugar en los puntos de venta establecidos, recibirían bonificaciones especiales de descuento.
Teniendo en cuenta que las zapatillas de running son caras, una oportunidad como esta no se podía dejar pasar. Además, si le sumas que son unas zapatillas "de coleccionista" (pese a que se pueden usar como zapatillas normales) todavía le otorgaba más valor.
No sabría decir cómo fue la promoción en otros puntos de España. Sin embargo, en Sevilla tuvo bastante acogida. Mi pareja y yo, nos apostamos en la puerta de uno de los puntos de venta. Otros corredores, también lo hicieron desde varias horas antes de la apertura de la tienda e incluso el día antes de la promoción.
Entiendo que esto es una campaña de Marketing, que trata de premiar "el esfuerzo y la desesperación" del comprador por hacerse con un producto. Sin embargo, no creo que sea la forma más adecuada de atraer clientes y, mucho menos, de beneficiar al vendedor.
Desde el punto de vista del comprador, se recibe un maltrato físico, mental y social. Físico y mental, por tener que someterse a varias horas de espera, en condiciones inadecuadas e incluso soportando una climatología desfavorable toda la noche.
Social, porque no existe ningún tipo de control desde la marca ni desde los vendedores, para que todo sea ordenado, educado y respetuoso por parte de los compradores. La compra, puede asemejarse a una presa codiciada por varios leones.
Zoido no tuvo que hacer cola
Desde el punto de vista del vendedor no se gana prácticamente nada. Si acaso, cierta visibilidad como punto de venta New Balance, y mostrar el establecimiento a los compradores interesados en adquirir el producto promocionado.Sin embargo, termina suponiendo una carga, un marrón e incluso pueden llegar a sufrir el "mal humor" de los compradores desesperados. En mi caso, llamaron al dueño del establecimiento donde nos apostamos, porque durante toda la noche estuvimos aislándonos entre cartones. Con este acto, sólo conseguimos perjudicar al buen vendedor, dándole un toque indigente a su tienda.
Pese a todo, tuvimos una grandísima suerte de que las personas que nos atendieron en uno de los puntos de venta, fueran tan amables y profesionales. Pero...¿y en el resto de puntos de España? ¿Todo salió bien? ¿No hubo incidentes? ¿No sufrieron los compradores y los vendedores?
No creo que esta estrategia de marketing, deba darle valor o renombre a una marca que maltrata tanto a sus compradores. Si a eso le sumamos, que también se podían conseguir dorsales por la compra de las zapatillas sin descuento...
Después de los problemas generados con las inscripciones de la maratón...habría que echar cuentas, de cuántos dorsales se han repartido con esta promoción, a cambio de tragarse la compra del producto. A cuánto asciende el beneficio real de New Balance, en relación al perjuicio generado a sus compradores.
Si no estas de acuerdo con algo, tienes la opción de pasar de ello, de afrontarlo o de tragar. En mi caso, decidí tragarme esta promoción pero teniendo muy claro que no estaba de acuerdo con las formas. Aún así, terminé comprando las zapatillas por el simbolismo que tienen, no por que sean de New Balance. Tragué y lo admito.
En el blog de SportLife califican esta promoción como: celebración. Además asemejan esta promoción al esfuerzo que debe hacer un maratonista: "Con este movimiento, New Balance pretende imitar el objetivo de todo corredor de maratón, que busca llegar lo antes posible a la meta y calzar a los más veloces con una zapatilla igualmente rápida".
Con esta entrada, sólo quiero invitar a todos los lectores a reflexionar sobre el negocio del running. Hemos de aceptar que este deporte, se ha convertido en un asunto del que se puede sacar muchísimo beneficio. Los corredores, somos compradores potenciales, somos clientes influidos por las modas y hechizados por el consumismo.
Podemos aceptarlo, podemos criticarlo, podemos boicotearlo...Podemos hacer muchas cosas, pero nos quedan varios años así, hasta que la burbuja del running explote. Lo más importante que podemos hacer, es no engañarnos a nosotros mismos.
Debemos darnos cuenta de que el negocio existe. Es un primer gran paso, para hacerle frente a este tipo de "locuras". Por que pasar 17 horas en la puerta de una tienda de running para hacerte con unas zapatillas, es una locura, sinceramente.
Personalmente, prefiero tomármelo con sentido del humor. Es un deporte que me gusta, que me llena y en cuya balanza, lo positivo sigue pesando más que lo negativo. El día que la balanza se incline hacia la desidia y el malestar, dejaré de practicarlo. Por el momento...puedo jactarme de haber conseguido "a las malas" un pedacito de la historia de la maratón de Sevilla.
Espero que esta entrada reflexiva, te haya gustado. Si es así, recuerda compartirla con otros corredores para que conozcan la experiencia y sobre todo, querría conocer tu opinión. ¿Qué opinas sobre el negocio del running? ¿Crees que la estrategia de New Balance es adecuada? ¿Plantearías alguna alternativa que no maltratase tanto al comprador y al vendedor?. Déjanos tu opinión.
Entrada escrita por Emilio José Delgado @emidelsotDeportista, corredor y maratonista.