Jason Wu y Thakoon son dos de los niños mimados de la moda americana hoy en día. Anna Wintour los adora, muchas siguen el rollo al fervor que han desatado los comentarios llenos de alabanza a sus trabajos, ya sea acerca de la ropa tan Carolina Herrera o incluso tan Valli pero en descafeinado de Wu o por la mezcla de influencias con raíz romántica de Thakoon . Michelle Obama les dió la penúltima palmadita en el culo, la Wintour les puso el broche final en la solapa aunque la filia ya le venía de antes. Desde entonces sus shows son unos de los más esperados en la gran manzana . De momento, no han conseguido generar la misma expectación en mi.
Los vestidos de Wu siempre me dan la impresión de que de un momento a otro se van a deslizar hacia abajo, que se van a ir desprendiendo poco a poco del cuerpo de la modelo. Me recuerdan a uno de esos blusones que dejan los hombros al aire que todas las mujeres tenemos o hemos tenido en el armario para el verano que nos gusta mucho pero que es un auténtico coñazo llevarlo. Con Wu pasa lo mismo, solo que a mi ni siquiera me entusiasman ni los colores, ni los volúmenes ni mucho menos los cortes y las proporciones.
En esta colección se le nota demasiado el ansia por introducir todo tipo de influencias y por mezclar todo lo que le gusta sin encontrar ningún sentido final al conjunto. No pueden faltar los trajes de falda y chaqueta bien equipados para las caderas de Lady Obama como los de los primeros pases , pero en seguida lucha por romper lo que se supone que se esperará del. ¿Que sentido tiene el vestido blanco en forma de farolillo ?Luego están los vestidos con aplicaciones doradas que podían haber funcionado infinitamente mejor ya que no sientan bien en el pecho y no tienen una caída relajada, hay algo que falla. No hablemos ya del enésimo pase elaborado con plumas rosas, ¿cuantas veces lo hemos visto en la corta trayectoria de Wu?.
En cuanto a Thakoon tengo que reconocer que me gusta mucho como va incorporando distintos tejidos y como hace la transición del gris al blanco más ligero en un show para invierno, algo nada fácil y que sin embargo no le ha quedado nada mal. De hecho creo que el último pase que he colgado es mi favorito de toda la colección.
Es una colección con piezas muy llevables que perfectamente te imaginas combinando con otro tipo de prendas menos redundantes de otras firmas, pero el show en sí se pierde en algún momento, muchos de los pases podrían haber funcionado en cualquiera de sus anteriores colecciones. No le veo la entidad suficiente, al igual que a Wu, como para consolidarse como firmas dirigidas a un segmento definido. Les queda mucho por limar de ahora en adelante.