Revista Opinión

Nh viapol (sevilla)

Por Candreu

NH VIAPOL (SEVILLA)
NH VIAPOL (****)
Balbino Marrón, 9.
41018 Sevilla
Telf: 954.645.254
Fax: 954.646.668
[email protected]
www.nh-hotels.com
Habitación: 216
Fecha de Entrada: 21/01/2010
Tarifa: 87€ (Sólo alojamiento)
Frente a los nuevos recintos universitarios, no lejos de la estación del AVE pero algo apartado del centro histórico, rodeado de bares de copas y tapas se levanta en San Bernardo un edificio blanco de planta irregular que acoge el tercer NH de la capital andaluza. La puerta de entrada queda oculta en un lateral del edificio al que se accede por unas escaleras o una rampa rodeada de vegetación.
Tras la puerta de cristal corredera automática accedemos a la recepción. De frente un descomunal mostrador y a la derecha una zona con una mesa y butacas junto a dos ordenadores a modo de business corner. La decoración es la esperada en la cadena. Mármoles verdes, alfombras y madera en las paredes. Tras el mostrador el trato es lento y cansino. Hace apenas cinco horas que hemos salido del NH Gran Hotel de Zaragoza pero tenemos que volver a entregarle todos los datos. En AVIS Rent a Car el programa informático les avisa de la última vez que esa persona alquiló un coche con ellos. En AC también ocurre algo parecido, y estoy convencido que en NH también. Llevo 5 NHs seguidos (y dos más la próxima semana) pero nadie hace referencia alguna a que esa "parece mi casa". Eso es "cuestión de detalle".
Nos entregan la llave después de haber firmado un bienvenida que no incluye nuestro nombre sino el de otro huésped, después de tanto rato esperando. A la derecha del mostrador se abre un espacio grande con varios sofás, una televisión -sin sonido- y los ascensores. Al fondo está la cafetería, de la que vienen voces y gritos. Tres enormes ascensores, limpios, y relucientes nos suben hasta nuestro piso.
Tras el elevador, un recibidor bastante generoso con luz natural, alfombras tupidas, azul pastel en las paredes con madera hasta media altura. Los pasillos se enmoquetan en azul, a juego con la pared, que se ve decorada con unas placas de madera a media altura entre puerta y puerta. La luz de los focos es sumamente fría, como de hospital. Desde luego poco acogedora.
Tras la puerta oscura y bien barnizada de la habitación encontramos un pasillo. A la izquierda un armario ropero bien vestido de puertas correderas de espejo. A la derecha la puerta del baño y un maletero escritorio de escasas dimensiones. Al fondo y junto a esto, la ventana. Con vistas a la puerta principal y protegida por una cortina blanca y negra a la que se ha cosido el foscurit. Suficiente para no dejar pasar la luz hasta que llega el alba, pero insuficiente cuando esta llega. Delante del escritorio disponemos de varios enchufes para el portátil y de una conexión por cable a internet, pero tanto esta como el wifi son de pago como viene siendo habitual en la cadena.
Frente al escritorio se abre un espacio cuadrado en el que cabe una cama amplia para ser individual, y estrecha para ser doble, con un cabecero en madera hasta el techo. A ambos lados mesillas a juego con interruptores para la luz y enchufes para móviles y otros aparatos electrónicos. A los pies de la cama un armario alberga el minibar y sobre él se ha colocado un plasma de 27pulgadas. Al otro lado, un incómodo galán de noche que escurre los pantalones al no disponer de sistema para agarrarlos. El descanso se hace correcto. La cama resulta confortable igual que las sábanas.
El aire acondicionado funciona permanentemente de modo silencioso alcanzando una fantástica temperatura de ambiente. La insonorización hacia fuera es contundente, ya que en la puerta del hotel se celebra una fiesta y no oímos absolutamente nada. Hacia el interior también el silencio es absoluto.
El baño es un golpe de color miel. Mármol de ese tono en paredes y suelo. Todo está en perfecto estado pero denota en juntas y suelos el paso del tiempo. Inodoro, bidet, lavabo empotrado en una encimera y bañera con ducha. Las toallas se han dispuesto en una repisa metálica sobre el inodoro, al otro lado de la bañera por lo que se hace necesario prepararlas antes de entrar en la ducha. La presión del lavabo es escasa y su caudal escasísimo. El set de amenities en el naranja y verde típicos de la cadena resulta suficiente: gel, champú, jabón, set dental y de afeitado y gorro de ducha. Sin embargo han desaparecido de toda la cadena las gamuzas para limpiar zapatos (¿quien viaja con el cepillo y el betún?, pero deben ahorrarse 0.00078€ por habitación).
La bañera resulta oscura porque más de la mitad de ella queda encerrada entre la pared principal y el muro que enmarca la encimera del lavabo. Dentro la presión y el caudal se hacen desesperadamente escasos. La temperatura es correcta y estable. El conjunto de toallas es numerosos, de gran tamaño, y agradable secado.
Por la mañana -madrugada- en recepción lo único importante es el minibar, mientras el recepcionista sigue hablando con el guardia de seguridad y con alguien que hay en el despacho de recepción. Soy el que he de recordarle que hay un café disponible para los madrugadores. No podemos protestar a algo que es gratis, y que sobre todo es variado: minibocadillos, magdalenas, café y zumo.
Calidad/precio: 6
Servicio: 6
Habitación: 7
Baño: 6.5
Estado conservación: 7
Valoración General: 6.5


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