Autor: Amélie Nothomb
Amélie Nothomb se sube en Tokio a la montaña rusa de una hilarante educación sentimental en brazos del muy delgado y muy oriental Rinri, un ávido lector que sueña con entrar en la orden del Temple. Amélie, decidida a aprender japonés enseñando francés a los autóctonos, conoce a Rinri en un bar. Pero, pocos días después, la relación entre maestra y alumno dará paso a una hermosa historia de amor. Distintos episodios nos sitúan, una vez más, ante una rica y peculiar visión de Japón, la de alguien nacido allí pero cuyos orígenes son occidentales, y donde la percepción de la alteridad cobra los más variopintos matices. Nothomb analiza sus experiencias desde una perspectiva casi antropológica, nunca exenta de ironía. La diversión está asegurada, pero también la ternu-ra e incluso la melancolía…, porque cuando Nothomb escribe en primera persona fascina, divierte, hace pensar y hace reír.
OPINIÓN de Carolina Márquez Rojas
Un libro peculiar que me ha encantado... sus 173 páginas se leen en un suspiro y dejan con ganas de saber más. Amélie Nothomb escribe un relato divertido, tierno, antropológico y sencillo. Por eso atrapa desde las primeras líneas, por su sencillez exenta de artificios. Aunque, y solo por poner un pero, el relato en primera persona me impide saber qué es lo que Rinri piensa, algo que me parece fundamental para comprender esta historia. Pero puedo perdonarlo porque estamos ante una autobiografía en la que la autora es la protagonista y sus sentimientos lo invaden todo. Y es más, gracias a sus pensamientos entendemos también lo que siente Rinri y su comportamiento.
Comprendo lo que siente... una occidental que se siente fascinada por el imperio del sol naciente, eso es algo que comparto. Pero por eso mismo he leído el libro con una mirada aun más crítica, porque aunque no he visitado Japón físicamente, si lo conozco un poco. Nothomb no me ha defraudado. Sus opiniones, sus pensamientos y su descripción del país nipón me han dejado embelesada. Es una experta describiendo el comportamiento, el pensamiento y la esencia de los japoneses. Me gusta especialmente su escalada al monte Fuji, eso sí es ser valiente; alcanzar la cumbre sagrada te convierte en japonés por toda la eternidad.
Un libro fascinante, irónico y que te hace reir, pensar, conocer otra cultura. Casi parece un tratado sobre antropología y es recomendable leerlo para acercarse un poco al pueblo japonés, un pueblo que a mí particularmente jamás deja de sorprenderme. Y es también una reflexión sobre los propios miedos y deseos a través de la tolerancia y la comprensión que te proporciona otro modo de vida diferente al tuyo.
Amélie Nothomb me ha dado motivos y ganas de repartir abrazos fraternos de samurái....
CAROLINA MÁRQUEZ ROJAS