Te juro que es la primera vez que me pasa el tiempo.
Te prometí que no te dejaría de querer y no te mentí,
no he dejado de quererte ni a ti ni a la promesa, aunque no sé dónde la puse.
La margarita está agobiada con preguntas y nosotros hartos de irnos,
otra vez volviendo a tener que olvidar, buscando otro clavo que saque ese clavo y deje otro vacío sobre la herida.
En ocasiones veo muertos intentando definir la vida,
con miedo a hablar del presente, conjugar todo en pasado y creer en hubieras con su amigo imaginario.
Lo nuestro es una mezcla entre tocar fondo y lo que pudo ser.
Las princesas no buscan escritores, buscan príncipes con precipicios y la suerte no se echa si no la tumbas de un golpe.
El fin justifica los miedos sólo por llevarte la contraria y dejarte allá, aunque me hayas conocido en un momento extraño de mi huida en los que cuento más las pecas de tu espalda que contigo.
No te mereces pasar por eso y yo no merezco pensar.
Caos y cosas, sólo es una poesía de depuración mental que ni en cien años podrá cavar.
Visita el perfil de @AdrianMoraless