Revista Diario

Ni estaba muerto ni estaba de parranda

Por Andaluz
Si lo se, no tengo perdón de dios. He estado muy ocupado entre la mudanza, el trabajo, el trabajo de mi mujer y... la mudanza. Lo cierto es que Diciembre fue un mes bastante movidito en el tema del laburo para la mujer del Andaluz, que anduvo de acá para allá con la fuente de chocolate a cuestas para todos lados mientras el menda, o sea yo, hacía de papa canguro, ya que estaba de vacaciones. Mi hija es un encanto, es una nena de cinco añitos buenísima.... cuando está dormida por supuesto, porque despierta es un terremoto que no puede estarse quieta. Además tiene una fijación casi obsesiva, a ver si me explico, no me puede ver sentado en la computadora, me tiene que ver parado y jugando con ella a la pelota. Cualquier cosa menos sentarme
Para colmo, desde Contaduría nos avisan un 23 de Diciembre que se firma contrato de alquiler el nueve de Enero. Nos teníamos que mover rápido pues una vez firmas el susodicho, ahí mismo te entregan las llaves y ya empieza a correr el mes de alquiler. La verdad fue una locura, yo que antes me mudaba con una mochila, me vi con que tenía cientos de miles de cosas para empaquetar, muebles que desarmar y todo lo demás. Todavía no me explico como conseguimos tenerlo todo pronto para el diez de Enero pero ta, lo hicimos. Cuando descargamos todo en la nueva casa, las maletas, bolsas con ropa, juguetes, utensilios de cocina, muebles, etc... formaban una fila de casi 10 metros de largo hasta la misma puerta de la calle y la pasé mal para meterlo todo adentro. Durante una semana y media vivimos entre montañas de bolsas y maletas hasta que por fin, un día llegue del trabajo y aquello ya parecía una casa, estaba en mi casa.
Resumiendo, el Andaluz ya está mudado. El barrio es tan tranquilo que da asco, en el buen sentido obvio, que no se lo tome nadie a mal, solo veo personas mayores tomando mate en la puerta, no me explico de donde salen tantos gurises por la tarde a jugar a la calle, calle por cierto cerrada, así que no pasan autos, solo los que vivimos en la calle y disponemos de uno transitamos por ella, lo que es una bendición. También tengo la suerte de vivir a tres cuadras de unos compas de la obra con auto, por lo que voy con ellos a la obra y me ahorro el ómnibus... ta, no seáis mal pensados, mira que pago gasolina, no voy de garrón.
Mas novedades, trabajo en la misma empresa, misma obra, lo que no es una novedad pero si que ya estoy terminando mi trabajo, lo que es un alivio, pues tengo unas ganas enormes de cambiar de aires, que ya está uno harto de ver siempre las mismas caras y hacer las mismas cosas. Este trabajo tiene de bueno eso, siempre andas cambiando, las obras se terminan y comienzas otras.
En el trabajo todo anda bastante liado, hemos tenido algún que otro conflicto, pero lo que estoy viviendo en este momento dudo que se vuelva a repetir. Decir que llevo 13 o 14 años en la construcción y no solo jamás vi, es que tampoco escuche nada ni remotamente parecido. Los encargados están de huelga. Si, habéis leído bien, esta vez no somos nosotros, esta vez los vagos comunistas son los encargados y no los trabajdores, solo en este país podría pasar algo así.
El tema es el siguiente. Cambiaron la dirección de la obra y trajeron nuevo arquitecto y capataz general. Los mandos medios siguen siendo los mismos con los que hemos laburado durante estos dos años. Me seguís? Bueno, este Capataz general es un prepotente y un maleducado, habla mal a la gente, la basurea, a un grupo de trabajadores que entraron nuevos no les hizo mucha gracia la manera de hablar del tipo y uno de ellos se ofreció, como buen compañero, no solo a enseñarle modales cuando salieran de la obra, si no también a hacerle un arreglo en la cara gratuitamente.
El nuevo capataz general lo entendió por otro lado y al día siguiente mando a sus mandos medios a atrincherarse con el en la oficina hasta que hubiera óptimas condiciones de seguridad para el y su gente de confianza, es decir, esos mandos medios que llevan dos años con nosotros y nunca hubo un problema, ni una falta de respeto ni nada.
Todo esto que os explico, ocurrió el viernes, a ver con que nos encontramos mañana cuando entremos al trabajo, ya os iré contando como termina esto. Y bueno, que todo tranquilo, siento no haber podido atender esto durante este tiempo pero me fue imposible y para hacerlo mal o a medias, preferí mantenerme al margen. Voy a responder todos los mails, eso ni lo dudéis y por supuesto, de acá en adelante seguiré escribiendo.

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