Revista En Femenino

Ni frio ni calor, simplemente NAVIDAD

Por Peineta

Me supongo que no contaba con hacer un post a estas alturas, pero como me pasa muchas veces, el de hoy es pura terapia. Así que no se esperen un post peinetero, que hoy la que vuelve a estar por aquí es Pintxos con sus directas y crudas palabras.

Desde que tengo uso de razón la navidad ha sido una de las fechas favoritas de mi vida, y no lo digo sólo por el momento de ser un niño ilusionado con los regalos, es más diría que debido a la manera de gestionar este tema por parte del aitona, nunca he tenido en casa nada de lo que he pedido sino ha sido siempre sorpresa y elección por parte de ellos. Para mí la navidad siempre ha sido muchos otros conceptos, que hoy he decidido desgranar por puntos, como si se tratará de un análisis de mi corazón  y hacer terapia a lo bestia:

VIAJAR

ANTES: Debido a la diversidad de raíces que una tiene, para mí la navidad siempre ha tenido un viaje, ese que tanto me emocionaba que consistía en viajar para  ver a mi familia materna. Con el paso del tiempo me convertí en la chica almendro, sí hombre la que vuelve a casa por Navidad.  En esa época hacia a la inversa del sur al norte, aun me acuerdo un 21 de diciembre sola con mi maleta universitaria debajo del campanario de mi pueblo, observando Madritxikito desde allí con una lágrima en el ojo, eran muchos los meses fuera y otros tantos los recuerdos.  Recuerdo también el día que pisé el aeropuerto de Bilbao cuando vivía en Bruselas… que emocionante, nunca creí que lo necesitaba tanto, tenía mono de tierra patria.

AHORA: sigo viajando para volver a los lugares, pero ya no puedo viajar  al sur, no como antes. Ahora principalmente voy al norte, pero ya no voy a mi casa, sino a mi tierra, me siento extraña, soy la del almendro pero con algo menos de esencia, hay algo que se ha perdido por el camino y que creo que no se va poder recuperar.

FAMILIA

ANTES: una, sola y unida (hay que duro es esto como me lea algún familiar), pero bueno es así tenía una familia, con dos raíces la de mi padre y la de mi padre, y bien avenidas o eso parecía. Disfrutaba una parte con unos y la otra parte con otros.

AHORA:  Las familias siguen estando pero no tan unidas y no tan avenidas, pero eso señores a pesar de lo mucho que me ha costado digerirlo, es lo que hay, la vida es un camino donde todo pasa y a veces llega  y sólo diré que mientras nuestros mayores viven la cosa se mantiene en cuanto desaparecen…. A parte de eso, tengo una familia nueva, la política, y esto señores al igual que la nuestra no se elige porque viene en el pack “tu media mandarina”, de esto no voy a hablar porque nunca lo hago. Sólo diré que es la que te toca con toda su esencia y tienes dos opciones vivirla o sufrirla, yo voy haciendo mis mezclas, principalmente porque tengo que pensar que para mi hijo ellos formarán parte de los recuerdos de sus navidades.

CELEBRAR

ANTES: siempre he vivido las dos familias y sus costumbres muy intensamente a pesar de las diferencias culturales. La primera parte en el norte,  cena gastronómica inigualable, familia reducida pero con nuestras bromas, cantos sosegados y de coral. La visita del Olentzero en forma de amigo invisible, el bacalao, los fritos, la chatka y la intxaursaltsa. Todo tenía su encanto en aquel marco, frio y lluvioso pero nuestro, muy nuestro. Luego llegaba el sur, la fiesta, el jaleo, la comida descontrolada y a mansalva, mucha gente, muchos gritos, muchas discusiones y alegría por doquier. Nos vestíamos para la ocasión (esto lo hecho muuuuuuuucho de menos), las uvas era casi religión, los chistes y los villancicos a ritmo de zambomba y palmeo, eso no se va  de mi retina. Ese año nuevo escuchando el concierto en pijama, con la mesa sin desmontar de la noche anterior y con una copa de cava, que el aitona decía que era cuando mejor sentaba.

AHORA: Principalmente no canto ni en un idioma ni en el otro, tremenda tristeza sabiendo lo musical que es mi hijo. Los protagonistas de mis cenas y comidas no son los mismos, exceptuando a mis padres que me han acompañado y espero que me acompañen siempre.  El 31 se ha convertido en un día que evito, que maldigo y que cada año termino melancólica perdida en una esquina haciendo mis propios rituales y desenado que el año que viene pase un milagro y lo pueda celebrar entre amigos en algún lugar perdido del planeta. Por lo gastronómico no me quejo, yo antes y ahora sigo comiendo en navidades como si no hubiera mañana, así me va, este año tengo miedo que en lugar de asar el pavo me asen a mí directamente.

REGALAR

ANTES: Nunca me ha faltado un detalle ni un regalo, no tengo recuerdo de haber puesto grandes retos a mis padres, entre otras porque tenían su propia disciplina en cuanto a ese tema. En peinetaland para reyes, eso sí que era especial siempre mis titos se volvían locos por traer aquello que tanta ilusión me hacía. Según crecí y me tocó pringar, siempre fui y creo que soy detallista, pienso mucho en que regalar y a quién y disfruto mucho viendo las caras de satisfacción.

AHORA: Hay mucha gente cercana a mí que debe de haber olvidado que me encantan las sorpresas y bajo la frase escudo “es que como ya tienes de todo”, la cosa suele terminar en “cómprate lo que quieras”. Y eso hago señores, porque desde que soy madre ya no puedo jugarme a quedarme sin regalo, no quiero que mi hijo piense que el Olentzero no me quiere. Así que me forro a auto-regalos que abro con soltura y gracia ante la mirada perpleja de mis padres y mí pareja, que intentan descifrar cuál de ellos ha tenido esa gran idea….manda narices. A parte de eso ahora soy madre y me suelo sentir en la encrucijada de querer que tenga la ilusión pero al mismo tiempo no pasarme y claro, el pobre ha tenido la mala suerte de nacer en diciembre y cada año me saturo más de tanto juguete….

Después de todo esto me estoy dando cuenta que la Navidad, se está convirtiendo en un puro trámite en mi vida, que se resume en pseudo vacaciones con exceso de alimentos y sobresaturación de familia o  ausencias atronadoras. Está claro que el tiempo todo lo cura y este año tengo la sensación que la coraza es más fuerte, que esos dos días mi tristeza(léase post del año anterior) será menor y no se notara tanto, pero tengo miedo, mucho miedo a perder esa ilusión y esperanza que siempre tuve, en fin estoy madurando y el tiempo todo lo cura. Está claro que por mi hijo hago y deshago todo lo que puedo, pero siempre me quedará la duda de saber si las navidades que le estoy dando son las que se merece o no…son tan diferentes a las que yo viví, es tanto lo que según mis retinas, se está perdiendo.

A pesar de mi espíritu no navideño, no quiero cerrar este post sin deciros que ha sido un placer terminar este año rodeado de todos vosotros vía 2.0, que el blog es algo que el año que viene espero que siga en mayor o menor ritmo. Que deseos que se  cumplan vuestros sueños, que el 2014 sea mejor porque yo no quiero quedarme igual que éste, quiero un mundo mejor. Con cariño y amor os dedico la felicitación navideña oficial que he hecho para este año de mi pequeña familia.  TENGAN USTEDES UNA MUY FELIZ NAVIDAD!!

sombras-navidad


Tagged: la coraza se fortalece, la Navidad, Las navidades vuelven a no ser como me gustaría, Ser termina un año y llega otro, vacaciones y relativo descanso
Ni frio ni calor, simplemente NAVIDAD
Ni frio ni calor, simplemente NAVIDAD
Ni frio ni calor, simplemente NAVIDAD

Volver a la Portada de Logo Paperblog