Ni Repsol ni Kirchner

La señora Kirchner en el momento en que empieza a tener falta de recursos energéticos, utiliza el populismo barato para levantar los hígados de sus gentes, como si fuera unas segundas Malvinas, y decide, romper la seguridad jurídica y plantarle cara a Repsol –que no a España—, una multinacional que se introdujo en Argentina con el beneplácito y el apoyo de la pareja Kirchner.

El gobierno español, este gobierno que a falta de condiciones de convencimiento se dedica a actuar con la fuerza, primero amenaza cuando se filtra la noticia, después dice que la cuestión está encauzada, para terminar haciendo casus belli de esto y saca el nacionalismo trapero para defender lo español. Menos fanfarronería y más diplomacia.

Porque es mentira que Repsol es una empresa española. Sí que es cierto que nació como tal, cuando se llamaba Campsa y la privatizaron por un plato de lentejas, pero como ocurre con muchas multinacionales el capital va cambiando, se compra y se vende, y hoy el accionariado español en Repsol es minoritario. Por lo tanto, menos cuentos y menos historias. Se defiende a esta empresa porque este gobierno defiende a las grandes corporaciones, a los grandes capitales. Esa es la razón.

Pues bien, me parecen mal por ambas partes. Puedo entender que haya nacionalizaciones, pero tienen que sopesarse, buscar apoyos jurídicos y convencer de su necesidad. Esta batalla no la ganará nadie, y sin embargo puede crear animadversión entre los ciudadanos de los dos países que se dejen convencer por sus gobiernos.

Miren ustedes, yo que pretendo estar alejado de populismos de un lado y de patrioterismo de otro, quiero mantenerme al margen. No voy a entrar en un conflicto en el que las dos partes tienen mucho que perder y poco que ganar. Espero y deseo que esta historia pase, somos muchos los españoles y argentinos que estamos ligados por muchas razones, para que ahora por una empresa privada y unos gobiernos que juegan al conflicto se puedan enfrentar dos pueblos.

Defendamos lo que hay que defender, señores del gobierno español, lo que ustedes, desgraciadamente, no defienden. Sean ustedes patriotas de verdad, y no traten de desviar la atención con batallitas impúdicas, mientras nuestro Estado del Bienestar se está yendo al traste.

Y a la Sra. Kirchner, presidenta de una nación hermana, le diría que no juegue a Las Malvinas –no se olvide lo que pasó una vez—, que no despierte la pasión visceral entre nuestros pueblos, porque la inseguridad jurídica que está provocando, puede hacer que le salga el tiro por la culata.

Y, empiecen a ocuparse de lo importante. No quiero entrar en el juego que ambas partes pretenden. Conmigo que no cuenten.

España y Argentina no merecen esta película. Ni Repsol ni Kirchner, no estoy con sus gobiernos, Estoy con los ciudadanos necesitados de ambos países, que precisamente están bastante olvidados por sus respectivos gobiernos.

Salud y República

P.D. Si quieren ver lo española que es Repsol y las aportaciones que hace al Estado, pueden leerlo aquí, aquí y aquí. Alberto lo explica muy clarito.