El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha prohibido este viernes el ingreso de dos congresistas de Estados Unidos a su país en reciprocidad a las similares restricciones que impuso Washington contra varios funcionarios de su Gobierno.
El mandatario nicaragüense ha indicado que la congresista estadounidense Ileana Ros-Lehtinen, considerada una de las legisladoras más beligerantes con el Gobierno de Ortega, está en la lista de las personas que no pueden entrar en Nicaragua, además de prohibir el ingreso del senador norteamericano Marco Rubio, que ha fustigado fuertemente al Gobierno de Caracas.
"Así como ellos hacen sus listas, nosotros podemos hacer nuestras listas también en América Latina de los que no deberían ingresar a nuestro país", ha afirmado Ortega durante una reunión con una delegación del Gobierno venezolano que visita Nicaragua.
La republicana Ileana Ros, una fuerte crítica de los gobiernos izquierdistas de Nicaragua, Venezuela y Cuba, suspendió en junio pasado una visita que preveía realizar a la ciudad capitalina de Managua para entrevistarse con líderes de la oposición, alegando problemas de salud.
En otra parte de sus declaraciones, Ortega ha condenado la decisión del Congreso de EE.UU. de imponer sanciones a algunos funcionarios de Venezuela.
Según el titular, el Gobierno estadounidense impulsa este tipo de sanciones, mientras que las minorías en EE.UU. sufren violaciones de derechos humanos y discriminaciones raciales.
"Quieren dictarnos lecciones y ahí hay una tiranía económica, tiranía militar, tiranía racista, sigue existiendo, y es contra la población afrodescendientes y contra la población latinoamericana, caribeña descendiente", ha denunciado Ortega.
Las aseveraciones del mandatario se refieren a la decisión del Congreso de EE.UU. de aprobar el miércoles una ley para sancionar a 56 altos miembros del Gabinete venezolano, acusándolos de cometer violaciones de derechos humanos contra opositores durante las protestas antigubernamentales de febrero a mayo.
Entre tanto, Caracas afirma que esos disturbios fueron orquestados por la ultraderecha apoyada por Washington, con el objetivo de posibilitar un golpe de Estado contra el Gobierno de Maduro./HispanTv