Es un hecho que cada generación es peor que la anterior. Las pruebas son numerosas, valga la fiebre lectora del siglo XVIII. Como veremos, la decadencia no se limita al comportamiento sino también al cuerpo. Atrás quedaría la maravillosa edad de oro del hombre.
El académico francés Nicolas Henrion (Troyes, 1663 - París, 1720) se encontraba estudiando los cambios en el valor y peso de las libras romanas desde los primeros reyes romanos a los últimos emperadores griegos en su trabajo "Proyecto de un tratado histórico y cronológico de las monedas romanas desde su primera fabricación hasta la toma de Constantinopla por los turcos" ( Projet d'un traité historique et chronologique des monnoyes romaines depuis leur premiere fabrication jusqu'a la prise de constantinople par les turcs) para el suplemento de mayo & junio de 1708 para el Journal des Sçavans. Sin embargo, se vio interesado por tratar el tema en extensión, en todas las naciones, desde la creación a Jesucristo.
Por ello adelantó en 1718 una tabla o escala cronológica a la Academia de Inscripciones y Lenguas Antigua en 1718 donde asigna las siguientes alturas a personajes bíblicos, míticos e históricos:
- Adán medía 38,33 metros
- Eva medía 36,21 metros
- Noé medía 31,39 metros
- Abraham medía 8,53 metros
- Moisés medía 3,96 metros
- Hércules medía 3,05 metros
- Alejandro Magno medía 1,83 metros
- Julio César medía 1,52 metros
La relación de tamaño entre hombres y mujeres era de 25 a 24. La aparición del Mesías habría detenido la reducción que, de no haber sucedido, habría llegado hasta 0. Henrion estimaba que la altura de Adán era bastante moderada en comparación con la reflejada por ciertos escritores rabínicos, que decía que podía penetrar los cielos con su cabeza si permanecía en pie o tocar ambos polos con las manos. Los ángeles se asustaron al ver su tamaño y persuadieron a Dios para reducirlo a solo 100 metros, siendo así hasta que probó el fruto prohibido.
A esta tabla le seguiría otra de las dimensiones geográficas de los primeros agrimensores del universo. Habrían formado parte de tres o cuatro volúmenes que deseaba publicar.
Fuentes
- Bondeson, J. (1997). A cabinet of medical curiosities. IB Tauris.
- Niceron, J. P. (1736). Mémoires pour servir à l'histoire des hommes illustres dans la république des lettres (Vol. 12).
- Lanier, H. W (1922). Book of Giants: Tales of Very Tall Men of Myth, Legend, History, and Science.
¿Cansado de esperar nuevas entradas?