"Snow, Glass, Apples", Neil Gaiman.
Lo único que se dice sobre este cuento antes de empezar a leer es que es una reinvención del clásico de Blancanieves, pero contado desde la perspectiva de la madrastra. Nada más.
Un cuento de hadas, Neil Gaiman, madrastras y los colores blanco y rojo. Me pareció que era suficiente y que lo que iba a leer sin duda iba a ser bueno. Terminé el cuento completamente perturbada.
"Snow, Glass Apples" es terrorífico. Gaiman retuerce la historia de Blancanieves a tal punto que más de una vez me pregunté si en realidad no estaba leyendo a G.R.R. Martin y una de sus historias sobre los "white walkers". Sin decir demasiado sobre este cuento, Gaiman transforma los personajes en monstruos y tacha con sangre toda moral o pudor.
La secuencia de eventos no escatima escenas morbosas y gráficas y, sin embargo, todo queda ubicado bajo un manto de fría resignación y horror que sólo aumenta el pánico. Gaiman no revuelca la historia en escenas gratuitas o violencia sin sentido. Cada imagen está calculada y narrada con una mirada casi médica. Es una lectura que enfría la sangre y pone los pelos de punta.
Por supuesto, recomiendo leerla. Lograr horror puro con tan pocos elementos (¡y basada en un cuento de hadas!) es impresionante. Acá, la versión original, en inglés. Acá, una traducción al español que no puedo prometer que tan buena o escalofriante como el original.