- ¿Cómo vas a contar que he estado en la cárcel y que me pasaba días sin comer? Se va a enterar todo el mundo, pero qué vergüenza. - Antonia, yo no siento vergüenza de tu historia, siento admiración. Hay una verdadera Antonia que alimenta esta novela, retrato de una época en la que las mujeres "eran auténticas buscavidas". "Eran dóciles porque el analfabetismo les impedía defenderse, pero el conocer sus carencias las ayudó a superarse".
Revista España
Alguien puede pensar que coño hace un post sobre un libro que no habla de cementerios ni de muertos. pues sencillamente que la autora es una vieja amiga que trató y trata de los temas funerarios en diversos medios y soportes: radio, prensa, libros, etc.Ella es nada más, ni nada menos que Nieves Concostrina, esa divertida autora que todos recordarán por sus relatos entre lo satírico y lo humorístico en Radio 5 sobre temas funerarios, en esta ocasión la tenemos en Oviedo, en concreto el Martes 2 de diciembre, en la Librería Cervantes de Oviedo, a las 7 de la tarde donde presentará su primera novela:ANTONIA.Os adjunto la reseña de Loreto Sánchez Seoane, periodista de El MUNDO“Antonia nació en enero de 1930, pertenece a esa generación que, además de sobrevivir a la Guerra Civil, aprendió a convivir con la miseria de la posguerra. Nieves Concostrina (Madrid, 1961) lleva años rumiando la historia de Antonia (editado por La Esfera de los Libros, parte del grupo Unidad Editorial), un perfil con el que pretende que nadie olvide que nuestro bienestar se lo debemos a los niños de la posguerra. "Es una más de los cientos de miles de españoles que no conocieron la tranquilidad hasta los 60, se dejaron la piel para sus hijos no sufrieran su historia", comenta la autora sobre su primera novela, que en realidad, empezó por un diálogo real.
- ¿Cómo vas a contar que he estado en la cárcel y que me pasaba días sin comer? Se va a enterar todo el mundo, pero qué vergüenza. - Antonia, yo no siento vergüenza de tu historia, siento admiración. Hay una verdadera Antonia que alimenta esta novela, retrato de una época en la que las mujeres "eran auténticas buscavidas". "Eran dóciles porque el analfabetismo les impedía defenderse, pero el conocer sus carencias las ayudó a superarse".
- ¿Cómo vas a contar que he estado en la cárcel y que me pasaba días sin comer? Se va a enterar todo el mundo, pero qué vergüenza. - Antonia, yo no siento vergüenza de tu historia, siento admiración. Hay una verdadera Antonia que alimenta esta novela, retrato de una época en la que las mujeres "eran auténticas buscavidas". "Eran dóciles porque el analfabetismo les impedía defenderse, pero el conocer sus carencias las ayudó a superarse".